Desde 1936, el luminoso de Tío Pepe ha coronado la Puerta del Sol madrileña y ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos. Estas navidades serán las primeras que no contarán con la presencia de este icono a causa de un retraso en las obras de rehabilitación del edificio.
El luminoso de Tío Pepe no acompañará a los madrileños estas fiestas navideñas. Las obras del edificio del antiguo Hotel París se han retrasado y no se tiene constancia de la fecha exacta de su finalización. Sin este luminoso, el paisaje urbano de la Puerta del Sol en Madrid ha sufrido una notable modificación. Este luminoso, que fue instalado en 1936, es uno de los elementos más antiguos de la Puerta del Sol. Basta con tener en cuenta que el Kilómetro Cero data de 1950, el Oso y el Madroño de 1967 y la Estatua Ecuestre de Carlos III de 1994. Innumerables acontecimientos históricos tampoco han podido terminar con este rótulo que resultó intacto durante los bombardeos de la Guerra Civil.
El rótulo, que ha dado lugar a que coloquialmente se bautice al edificio como el de “Tío Pepe”, no siempre tuvo el mismo aspecto. La primera imagen se instaló antes del inicio de la Guerra Civil y no fue hasta mediados de los años cincuenta cuando se coloca la figura del Tío Pepe, en su diseño actual. Durante la dictadura se salvó de la orden del Presidente del régimen, Carlos Arias Navarro, anteriormente alcalde de Madrid, de retirar los carteles anunciadores luminosos que lucían en los edificios de la Puerta del Sol. También se libró de desaparecer en los años 85-86, cuando se produjo la reorganización de la plaza, durante la Alcaldía de Tierno Galván.
En 2009, y a pesar de la Ordenanza Municipal Reguladora de la Publicidad Exterior que exigía la desaparición de ese tipo de carteles, el propio Ayuntamiento de Madrid, con Alberto Ruiz-Gallardón al frente, lo indultó. Él mismo destacó en 2010 “el Tío Pepe es a Madrid lo que la Torre Eiffel a París, dado que ambos iconos surgieron sin vocación de permanencia pero se han acabado incorporando «a lo definitivo» y forman parte del paisaje urbano de ambas capitales (…) Forma parte de la identidad de la ciudad (…) La Puerta del Sol es el escaparate de entrada a Madrid y el cartel de Tío Pepe es una referencia fundamental de este espacio (…) Hay símbolos, como éste, que acompañan a los madrileños y que ya están incluidos en la conciencia visual de la ciudad (…) Y un símbolo que nace con el lenguaje del siglo XX se convierta en todo un referente del siglo XXI» (…) En Madrid consideramos que no hemos indultado una marca comercial, sino al tío más famoso de España”.
Asimismo, las Comisiones de Patrimonio Histórico de la Alcaldía y de la Comunidad ya certificaron en 2009 el carácter histórico y cultural del cartel, habiendo informado favorablemente a su permanencia. A continuación, el Ayuntamiento le concedió la condición de rótulo publicitario histórico por tener más de 30 años y formar parte de la proyección de la imagen de la ciudad. Mención aparte se añade el carácter protegido del entorno visual de la Puerta del Sol donde se ubica el luminoso de Tío Pepe.
Tras estos 75 años de historia resumidos en unas líneas, esperemos que el luminoso de Tío Pepe no encuentre dificultades para volver a lucir en la Puerta del Sol en un plazo razonable de tiempo.