Castillo Perelada dedica dos nuevos vinos a sus inquilinos de más altura: la colonia de cigüeña blanca que anida en los jardines del castillo. Se trata de dos vinos basados en variedades autóctonas que celebran el éxito del programa de reintroducción de estas aves que se viene desarrollando en Castillo Perelada desde 1995.
Macabeo y Garnatxa son dos de las variedades autóctonas más típicas del Empordà. Con unos cupajes basados en ellas, Cigonyes Blanc y Cigonyes Negre son dos vinos ligeros y amables, pensados para disfrutar de la cocina, muy agradecidos para acompañar todo tipo de platos.
Cigonyes Blanc es un vino basado en uvas de la variedad Macabeo (90%) procedentes de viñedos de 40 años de edad. Completa el cupaje una pequeña aportación de Sauvignon Blanc (10%). El resultado es un vino de color amarillo pálido brillante, con aromas de fruta fresca, finas notas herbáceas y de especias. En boca es redondo, con una buena acidez. Es un vino equilibrado, complejo, persistente y con un final amable.
Por su parte, Cigonyes Negre es un tinto de Garnatxa (90%) y Syrah (10%) envejecido durante cuatro meses en barricas de roble francés. Su color es granate pálido, y despliega abundantes aromas de frutos rojos y negros, en perfecta combinación con las discretas y finas notas de crianza en barrica. Se trata de un vino ligero, equilibrado, redondo, meloso y fluido, con mucha sedosidad en boca. Ofrece un largo postgusto y un final agradable.
El éxito de un proyecto de reintroducción
En la primavera de 1998, una pareja de cigüeñas anidó por primera vez con éxito en los jardines del Castillo de Peralada. Era el resultado de un esfuerzo iniciado tres años antes, cuando la familia Suqué-Mateu inició un proyecto para lograr que estas emblemáticas aves se instalaran en los jardines del castillo.
De la mano del Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordà, se puso en marcha el mismo sistema de reintroducción que se estaba llevando a cabo en este espacio protegido. Desde entonces la colonia de cigüeñas del Castillo de Peralada ha ido en aumento año tras año: 10 parejas en 1999, 15 en 2006, 20 en 2007, 23 en 2010 y aproximadamente una treintena en este año 2011.
Gracias a este proyecto de reintroducción, la presencia de las cigüeñas se ha consolidado en Girona, donde históricamente habían escaseado. El año pasado criaron en la provincia un total de 80 parejas: 54 en el Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordà, 23 en el Parque del Castillo de Peralada y tres más en los municipios de Ultramort, Sobrestany y Banyoles.