La hacen macerando sal de la isla de Ré y especias variadas con vino de las parcelas de tempranillo de sus propios viñedos
Además de sus vinos de alta gama, la bodega vallisoletana Abadía Retuerta comercializa esta sal de vino que se elabora con una receta rescatada por Pascal Delbeck, enólogo asesor de la bodega. El origen de esta receta se remonta al siglo XVII y se atribuye a Valentin Corner, esposa de un tabernero del puerto de Libourne, por aquel entonces el más importante para el comercio del vino. Por algún motivo se tiñó con vino sal blanca, lo que le daba un color y un sabor peculiar. La señora Corner añadió a esa sal teñida en vino algunas especias y el producto se convirtió en un éxito por los peculiares sabores que aporta, por sus aromas y por el curioso color que da a los platos. Esta sal de vino de Abadía Retuerta, bautizada como «Los rubís de Valentine», cuya fórmula exacta se mantiene en secreto, se hace macerando sal de la isla de Ré y especias variadas con vino de las mejores parcelas de tempranillo de sus propios viñedos. Da a los platos color, sabor y aromas de fresa, regaliz y hierbas aromáticas. Muy recomendable para sazonar carnes a la parrilla o la brasa, como una chuleta o un pincho de cordero, pero también para pescados blancos o bacalao.
Precio del tarro de 90 gramos de sal de vino: 7,50 euros. www.abadia-retuerta.com
Fuente: http://www.abc.es/viajar/restaurantes/20140711/abci-vino-abadia-retuerta-201407091820.html