el vino y la música deben ser uno de los mejores maridajes que existen.
un estudio que demuestra que escuchar música afectaría la forma en que nos sabe el vino en el paladar.
un estudio que demuestra que escuchar música afectaría la forma en que nos sabe el vino en el paladar.
La investigación, además de señalar que la música incide en nuestra percepción del sabor, establece que habría un tipo de música o incluso una canción o pieza en particular, indicada para disfrutar mejor cada cepa.
La investigación de la Universidad Heriot Watt de Edinburgo, en Inglaterra, mostró por ejemplo que con una música fuerte y poderosa el cabernet sauvignon se percibe un 60% más potente, rico y robusto que cuando no hay música en el ambiente.
El profesor Adrian North, uno de los investigadores del proyecto, llegó a la conclusión que para una copa de cabernet sauvignon entonces lo mejor es escuchar música de Jimi Hendrix, y sobre todo la canción All Along the Watchtower
El merlot en cambio sería bueno degustarlo con la canción Sitting the Dock of the Bay , interpretada por Otis Redding, mientras que un chardonnay quedaría mejor acompañado con la canción Atomic , de Blondie. ¿Será por eso que no me grada tanto el blanco? En fin.
Ahora bien, se trata de música en inglés, pero desde luego que Usted puede escoger sus preferencias en español.
Joaquín Sabina es uno con el que se puede explorar, y muy en su tono, maridajes e infidelidades de vino y música. No le parece?
Otra interesante conclusión de la investigación es que podrían tener una muy buena influencia para la música funcional en los restaurantes (y por ende una mejor retribución económica).
Otra interesante conclusión de la investigación es que podrían tener una muy buena influencia para la música funcional en los restaurantes (y por ende una mejor retribución económica).
Es sabido entre los expertos que la música afecta el comportamiento, sin embargo, es la primera vez que científicamente se señala que la música impacta la percepción en otros sentidos y puede cambiar el sabor que sentimos con el vino.
El estudio se basó en la teoría cognitiva, que establece que la música estimula áreas específicas del cerebro (por eso a muchos nos ayuda a trabajar y a concentrarnos).
Cuando un vino es probado en circunstancias de música, estas áreas ya están previamente estimuladas, lo que en teoría favorecería el gusto.
También es común oír que las críticas de vinos se parecen mucho a las críticas musicales. Incluso, se suele afirmar que quien escucha buena música es un bebedor de vino, o que quienes gustan de un buen vino son personas que también saben apreciar la buena música.
No es extraño oír que una persona a medida que madura, aprende a beber mejor. Lo mismo con la música. Es tan extraño ver a un adolescente bebiendo un buen vino y apreciándolo que ver a un adolescente escuchando música clásica o jazz.
También es común oír que las críticas de vinos se parecen mucho a las críticas musicales. Incluso, se suele afirmar que quien escucha buena música es un bebedor de vino, o que quienes gustan de un buen vino son personas que también saben apreciar la buena música.
No es extraño oír que una persona a medida que madura, aprende a beber mejor. Lo mismo con la música. Es tan extraño ver a un adolescente bebiendo un buen vino y apreciándolo que ver a un adolescente escuchando música clásica o jazz.