Seis artistas del tatuaje de fama nacional e internacional son los encargados de decorar seis exclusivas barricas donde reposará un vino. La edición, limitada, verá la luz a finales de año.
¿Qué tienen en común el mundo del tatuaje y el vino? Aunque en un principio parezcan mundos completamente diferentes, la bodega riojana Viña Pomal ha encontrado el punto que une ambos conceptos en su nuevo vino, Compromiso, una edición limitada que podrá catarse a finales de año y que reposará en barricas tatuadas por seis artistas nacionales e internacionales.
Jack Thomas Newton, artista del tatuaje basado en Brighton, plasma el estilo de su trabajo en su barrica.
La bodega inicia este 30 de mayo una gira por España que llevará sus depósitos a Madrid, Barcelona, Bilbao y La Rioja. La capital es la primera parada; en ella, tres de las seis barricas serán decoradas durante un acto en directo por Megan Massacre, tatuadora norteamericana; Jack Thomas Newton, estrella de la aguja en Brighton; y El Bueno, uno de los representantes del estilo Old School en nuestro país. Tras esa cita vendrá la de Bilbao, donde una barrica más estará en manos del tatuador Moay el 3 y 4 de junio. Barcelona, por su parte, acogerá el 10 y 11 de junio una convocatoria encabezada por Bufonetti, artista que mezcla el estilo New School y japonés, corriente que plasmará en su propia barrica. La ruta cierra en la casa de Viña Pomal, el riojano pueblo de Haro, donde Mery Rajin tatuará el último de estos seis exclusivos contenedores el 1 de julio, día en el que se procederá a verter el vino en su interior para que comience su crianza.
El tatuador madrileño El Bueno trabaja en la decoración de su barrica.
«Un tatuaje, como el buen vino, es un compromiso para siempre», aseguran desde la bodega. De ahí que hayan elegido esta fórmula para plasmar sus valores, «origen, tradición, compromiso y tierra«, como enumera el impulsor de la iniciativa, Alejandro López, que se dice «orgulloso»; tanto, que los plasmará en sus barricas, la segunda «piel» de un enólogo.
