Fuente: El Mundo Vino
La bodega chilena Concha y Toro, la mayor productora y exportadora de vinos del país, invertirá 40 millones de dólares en nuevas plantaciones y en un aumento en la capacidad de sus instalaciones a lo largo de 2010, según acaba de declarar su presidente, Alfonso Larraín, como recoge la agencia Reuters. De esta manera Concha y Toro se acercará a su próximo objetivo, el de las 12.000 hectáreas de viñedos. Actualmente posee más de 9.000 en Chile y más de 1.200 en Argentina. Hace 12 años superaba por poco las 3.000.
Mientras en Europa se alzan voces contra la liberalización de las plantaciones prevista en 2015, en el Nuevo Mundo, con costes muy inferiores –valor de la tierra y de la mano de obra, unido a la ausencia de todo ‘derecho de plantación’ que se haya de adquirir-, los grandes grupos siguen expandiéndose en los terruños más interesantes para ellos y quitando cuota de mercado a los productores europeos. Concha y Toro, por sí sola, ya supone la mitad de la superficie de una zona como la Ribera del Duero.
El gran grupo chileno se concentrará además este año en retomar el normal funcionamiento de sus plantas, ya que algunas resultaron dañadas por el potente terremoto que sacudió al centro y sur de Chile el pasado 27 de febrero. El seísmo provocó pérdidas de 22,8 millones de litros en Concha y Toro, lo que equivale al 10% de los inventarios que manejaba la compañía hasta finales de febrero.
En 2010, la estrategia comercial de la empresa no se focalizará en un aumento de su producción, como ocurrió el año pasado, sino que en lograr una mayor facturación tras los daños dejados por el terremoto y las mejores perspectivas de la economía mundial.
En el 2009, Viña Concha y Toro obtuvo un alza interanual del 28,6% en sus beneficios, que alcanzaron los 87 millones de dólares, mientras que sus ingresos crecían un 12,3% a 643 millones de dólares.