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El DNI del vino

España es el único país de toda Europa donde el vino es considerado un producto alimentario. Y ésta fue una de las razones que pesaron a la hora de instalar el Centro Técnico Operativo del Vino en una ciudad española. Se trata de una pionera infraestructura donde se estudia cómo evitar el fraude en los caldos. “En nuestro país hay, de momento, balbuceos, pero existen falsificaciones”, afirma Mariano Rubio, consejero delegado del Centro. La segunda razón por la cual se escogió España para ubicar el Centro obedece a las estadísticas. Es el primer país del mundo en superficie vitícola, el tercero en exportación y cada año se envasan 2.300 millones de botellas de caldo. Un negocio muy jugoso con un potencial creciente en el mercado exterior. “En cinco años nuestro país podría liderar la exportación de vinos en todo el mundo”, afirma Rubio.
Las autoridades sanitarias y alimentarias temen que, con la crisis, se produzca un incremento importante de las falsificaciones en productos de gran consumo. Según datos del Consejo de Europa, el fraude en el ámbito agroalimentario alcanzó en 2008 un total de 500.000 millones de euros. Y en China, el fraude alcanza hasta el 70% de las ventas de vinos de importación.
Para defenderse de las posibles estafas, el Centro Operativo de Alcalá trabaja para sacar al mercado un dispositivo que autentifique el origen del caldo. Y para julio de este año podría ser una realidad. “Cada botella tendrá un número o código exclusivo”, comenta Rubio. Una especie de DNI a través del cual el consumidor podría verificar su autenticidad mediante un SMS o visitando la página web que se indique en la botella.

Con tanta sofisticación, la pregunta es obligada. ¿Cuánto se encarecerá el vino? “Para que nuestro proyecto sea rentable debemos llegar a los 2.300 millones de botellas que se envasan al año en nuestro país”, explica Rubio, “y firmar un contrato de cinco años. El coste… tres céntimos de euro por botella asegurada”. El apoyo de la Federación Española de Vino (FEV) es un valor seguro que abre las puertas a la comercialización de un sofisticado sistema de seguridad.

el directivo asegura que el bodeguero no tiene que realizar ninguna inversión. Sólo reservar un espacio para colocar el dispensador que, automáticamente, colocará la etiqueta de seguridad en cada botella. Y aunque todavía no hay ningún contrato firmado, confía en la competitividad y el valor añadido que ofrece el Centro. “Es el momento propicio para innovar”, afirma este directivo que entró en la compañía un mes después del mayo del 68, el movimiento universitario que popularizó lemas como ‘la imaginación al poder’.

fuente: www.eldiariodealcala.es

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