Hay momentos en el viñedo que se te quedan dentro. Yo tengo muchos grabados, pero hay uno que siempre me toca especialmente: el envero. Ese instante en el que la uva empieza a cambiar de color, como si se preparara para contar su historia. En silencio, sin aspavientos, pero con toda la fuerza de la vida que hay en ella.
Y este año, en Navarra, el envero viene con cicatrices.
LA BELLEZA DEL CAMBIO… A PESAR DEL GRANIZO
Ver la uva tomar color siempre emociona. Es señal de que la maduración ha comenzado, de que el ciclo se va cerrando. Pero este año no todo ha sido luz. Las tormentas de granizo que golpearon algunas zonas de Navarra a principios de julio han dejado su marca. No solo en las hojas, también en los racimos, que ahora maduran con heridas.

Aun así, como pasa tantas veces con la vid, la resiliencia es asombrosa. Algunas parcelas afectadas se están recuperando con una dignidad que solo se entiende cuando conoces bien el campo. Las uvas que han resistido, lo hacen con fuerza. Con carácter. Y eso, a veces, también se nota en el vino.
¿QUÉ ES EL ENVERO?
Para quien no lo sepa, el envero es el momento en que la uva deja de ser verde. Las blancas se tornan doradas o amarillentas, las tintas empiezan su camino hacia el morado, el azul, el negro profundo.
Pero más allá del color, el envero marca el inicio de la maduración real: sube el azúcar, baja la acidez, se despiertan aromas. Es cuando el vino empieza a latir dentro del fruto.
CADA AÑO, UNA LECCIÓN
Aquí, en Navarra, este proceso suele darse entre finales de julio y primeros de agosto. Este año ha sido más irregular, por las condiciones meteorológicas. El granizo ha obligado a mirar racimo por racimo, a vigilar la sanidad como nunca, a decidir si algunas zonas hay que vendimiarlas antes o directamente dejarlas fuera.
Porque hacer vino también es saber decir “este no”.
LA MIRADA DEL ENÓLOGO: ENTRE ILUSIÓN Y REALISMO
Yo sigo creyendo que este envero nos traerá cosas buenas. Las zonas no afectadas se ven bien, con maduración equilibrada y color limpio. Las cepas viejas están respondiendo con nobleza. El trabajo ahora está en acompañar, no forzar. Observar mucho. Escuchar a la planta. Elegir bien el momento.
Y agradecer, siempre, lo que nos da.
CURIOSIDADES DEL ENVERO (QUE ME GUSTA CONTAR)
- 🍃 Las cepas heridas por el granizo a veces dan uvas más concentradas, si logran cicatrizar a tiempo.
- 💧 Un poco de estrés (sin pasarse) mejora el equilibrio entre azúcar y acidez.
- 🐝 Durante el envero, los viñedos se llenan de insectos, aromas verdes y ese silencio raro que anuncia vendimia.
📸 Si tienes viñas en Navarra, te invito a salir a ver el envero con otros ojos. Tómale una foto, incluso a las heridas. Porque el vino no es solo perfección: es historia, tierra, clima… y memoria.
Desde MundoVino.net, seguimos contando lo que ocurre entre cepas, aunque el cielo nos dé algún susto. Porque, al final, lo importante no es solo cómo llega la uva, sino todo lo que ha vivido hasta entonces.
🍷con ayuda de IA



