Esta mañana se ha celebrado en Gandesa la primera reunión de la Mesa de Enoturismo de la DO Terra Alta, una mesa que nace con el objetivo de dinamizar y comercializar la Ruta del Vino de la Terra Alta, un proyecto que se iniciaba desde el Consejo Comarcal de la Terra Alta a principios del 2019 con el objetivo de popularizar la comarca como destino turístico y
potencial el modelo territorial y económico de la Terra Alta.
“Con esta mesa de enoturismo pretendemos sumar un activo a la oferta turística de las Terres de l’Ebre. La Terra Alta es la bodega de las Terres de l’Ebre y tenemos mucho para ofrecer”, ha asegurado Joan Arrufí, presidente de la DO Terra Alta, que lidera el proyecto de la Taula de
Enoturismo.
En el último ejercicio, la Terra Alta registró 34.200 visitantes y se comercializaron 64 actividades enoturísticas con temáticas diversas, pero con un gran peso de las visitas a bodegas y las catas guiadas, ofrecidas hasta en 7 idiomas diferentes: catalán, castellano, inglés, francés, ruso, italiano y alemán. El hito ahora es mejorar esta oferta e incrementar así
el número de visitantes que apuesten por el enoturismo en la Terra Alta. Y es que el objetivo de la mesa es llegar al máximo número de potenciales interesados en el territorio, no solo en Catalunya sino también a nivel internacional.
En esta primera reunión se han establecido ya las funciones y objetivos que se deberán trabajar para poner en marcha el plan de dinamización y de gestión de la Ruta del Vino, y se han definidos las primeras líneas de actuación para el ejercicio 2020/2021, que pasan en primer
término por la creación de una identidad gráfica propia y la apuesta por actos digitales, para cumplir así con los protocolos establecidos a consecuencia de la crisis sanitaria de la Covid-19.
