Por fin he conseguido reunir a un grupito de amigos y nos fuimos a pasar el día en la Finca de Hoya de Cadenas (Utiel). Nos juntamos 12 personas en total y empezamos quedando para tomar café y fuimos apareciendo de 11 a 11:30 en el punto de reunión acordado.
Después de hacer un pequeño piscolabis nos dirigimos dirección Camporrobles (provincia de Valencia) hasta llegar a unos 7 km de Utiel a la Finca Bodega Hoya de Cadenas. Llegamos allí, a una finca de casi 200 Hectáreas, donde nos esperaba otro grupo de personas y un trenecito, típico de visita guiada, y allí empezó el recorrido.
Inicialmente el tren nos llevó colindante a los campos de viñas, en vaso y en espaldera, de variedades tan dispares como Cabernet Sauvignon, Merlot, Chardonnay, Bobal, … típicas de la D.O. Utiel-Requena, hasta llegar a una casa que se supone que era en su día la casa del dueño de la finca.
Esta finca era trabajada por reos que cumplian sus penas de esta manera y en la casa habían unas grandes cadenas en la puerta que indicaban que sus dueños tenían el privilegio de usar mano de obra carcelaria para trabajar en las fincas.
La casa, aunque ya modernizada a principios del sXX, tenía su encanto, sus muebles y áperos de trabajo, con unos muros gruesos y rodeadas de carrascas de más de 300 años. La verdad es que ayer fue un día de calor y se agradecía estar tras sus muros o a la sombra de las carrcascas.
Vimos después las instalaciones industriales de extrujado y vinificación, tanto de blancos como de tintos, con una capacidad de 4 millones de litros de vino, del cual exportan el 90%, una de las bodegas más grandes de la Comunidad Valenciana.
Pues como decía, en la finca de Hoya de Cadenas hicimos una cata de vino, mistela y cava de la marca. Iniciamos la cata en la bodega a unos 2 pisos por debajo del suelo en una zona con humedad relativa superior al 85% y temperatura estable controlada de unos 13º C, en una sala que disponía de 15.000 barricas de tipo bordeles de roble americano y francés.
La cata se inció con un cava valenciano tipo brut elaborado con uva macabeo, de color amarillo pajizo, para mi gusto falto de burbuja (quizá por la poca cantidad de la copa o porque se sirvió demasiado pronto) con un sabor frutal a cítricos y flores de azahar, para mi un poco falto de sabor.
Se siguió con un blanco a base de chardonnay y sauvignos blanc, afrutado color pajizo con tonos verdes con aromas tropicales fino y perfecto de acidez, con un retronasal de verduras de huerta como el pimiento verde.
El tinto fuen mucho más potente, se trató de Ceremonia, un vino de autor coupage de Tempranillo, Cabernet Sauvignon y la autóctona Bobal que desprendía un aroma afrutos rojos maduros, un color cereza madura y con postgusto a canela en rama, de aspecto limpio y glicérico. Un vino perfecto para acompañar carnes a la brasa, incluso arroces de conejo y costillas de cerdo.
El colofón fue un moscatel de alejandría, muy dulce, empalagoso al paladar de color amrillo brillante con aromas a cítricos y meloso (empalagoso para mi) al paladar.
Al terminar la visita pusimos rumbo a Requena, donde los aromas y sabores, junto a los jugos gástricos generados en nuestros estómagos, los acompañamos de un buen Ajoarriero, embutido de la zona (típico) y unas carnes, que de cerdo y cordero y con un buen vino de la zona hicieron que la velada terminara con uno de los días más bonitos de este final de mayo.
Las gracias quiero dar a Casa Anita de Requena que nos atendieron muy bien y cuidaron de Paulo (uno de nuestros amigos) que tuvo una baja de tensión y fue muy amablemente atendido por el personal del Hotel y que muy mal me supo se perdiese la comida que compartimos los demás.
One Comment
Beatriz
gracias por el post!!!y por las fotos…asi conocemos mas bodegas de distintas denominaciones!!!!por desgracia no conozco personalmente esta denominacion!!!
un saludo
Beatriz