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🥂 El vino favorito de Stalin: un brindis con historia


No todo en la vida de Stalin fue acero y revolución. También hubo copas… y de las buenas. El líder soviético, pese a su fama de implacable, tenía un gusto refinado por el vino, especialmente por uno que hoy es casi una leyenda: el Khvanchkara, un tinto georgiano semidulce que se convirtió en su favorito.

🍇 Origen con sabor caucásico
El Khvanchkara procede de la región montañosa de Racha, en Georgia, tierra natal de Stalin. Se elabora con uvas Alexandrouli y Mujuretuli, autóctonas de la zona, y destaca por su equilibrio entre dulzor y frescura. Nada de burdas bebidas proletarias: este era un vino que hablaba de raíces y tradición.

🍷 El vino del poder
Durante los años de Stalin al mando, el Khvanchkara se servía en todas las recepciones oficiales del Kremlin. Dicen que no se tomaba otra cosa en las cenas importantes. Incluso Churchill y Roosevelt lo probaron en Yalta en 1945, cuando los tres líderes decidían el destino del mundo… ¡entre tragos de vino georgiano!

📜 De orgullo nacional a mito soviético
Tras su muerte, el Khvanchkara se convirtió en una especie de símbolo patrio. En la URSS se le conocía como “el vino de Stalin”, y conseguir una botella era casi un lujo reservado a la élite. Hoy sigue elaborándose con Denominación de Origen Controlada, y en Georgia lo veneran como parte de su identidad.

🍾 Curiosidad para coleccionistas
Algunas botellas originales de los años 40–50 se han subastado en Europa a precios sorprendentes. Un pedacito de historia líquida que, más allá de la política, representa la conexión entre el poder y el vino: ambos pueden embriagar… pero con efectos muy distintos.


👉 Brindis final:
El Khvanchkara nos recuerda que incluso los líderes más duros tienen su punto débil. En el caso de Stalin, era una copa de vino georgiano, oscuro, dulce y peligroso… como él.