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Dom Pérignon celebra la proclamación de S.M. Felipe VI con una edición especial

El considerado mejor champagne del mundo conmemora este hecho histórico con una etiqueta única en plata con el nombre y la fecha de la proclamación.

La fama mundial del champagne de Dom Pierre Pérignon comenzó en la corte del Rey Sol, Luis XIV, donde sus botellas alcanzaron un valor cuatro veces mayor que el resto de vinos.

Icono indiscutible del lujo a nivel mundial, la reconocible botella y etiqueta de Dom Pérignon puede presumir de haberse mantenido intacta desde sus orígenes. En muy contadas ocasiones se ha modificado la etiqueta y siempre ha sido con motivo de algún acontecimiento internacional, como por ejemplo sucedió en 1981, para la boda del Príncipe Carlos de Inglaterra y Diana Spencer.

Una de estas escasas ocasiones en las que la marca ha decidido personalizar su etiqueta es con motivo de la sucesión en la Corona de España. Con la reciente coronación de S.M. Felipe VI, Dom Pérignon ha decidido crear una botella especial con la etiqueta en plata, personalizada con el nombre de S.M., así como la fecha de este importante acontecimiento histórico.

La relación entre Dom Pérignon y la Casa Borbón se remonta tres siglos atrás a la creación del champagne. Cuando el monje benedictino, Dom Pierre Pérignon perfeccionó el método para hacer champagne, envió inmediatamente cuatro botellas con una nota al Rey Louis XIV, más conocido como el Rey Sol. En la nota, que aún se conserva en los archivos de la marca, le decía: “Su Majestad, tengo el honor de hacerle llegar cuatro botellas del mejor vino del mundo”.

El vino fue tan del agrado de Louis XIV que provocó la anulación del Decreto que impedía el traslado de botellas por los Caminos Reales e hizo que el vino de Dom Pérignon pasase a cotizarse cuatro veces más que cualquier otro vino de la época.

El éxito de la marca no se podría entender sin esta relación histórica que ahora se ve reforzaba a través de esta etiqueta personalizada.

Algo más que un champagne
Dom Pérignon es un vino excepcional que no se hace todos los años, sólo se elabora aquellos que son excepcionalmente buenos, de hecho en cada década se pueden encontrar sólo 4 ó 5 años en los que se declara una añada. En su composición se utiliza exclusivamente uva Grand Cru (100 puntos sobre 100 posibles), de hecho es la única marca de la región de la Champagne que tiene acceso a los 17 pagos considerados Grand Cru y, por tanto con la máxima puntuación.

Este esmero en su elaboración ha llevado a que sea el champagne que mejor puntuación ha conseguido en la historia del champagne, tanto en blanco (DP Vintage 96), como en Rosé (DP Vintage 02).

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