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«El vino ‘Marqués de Larretxipi’ se vende incluso hasta en China»

Es un irundarra que vive en Donostia y que trabaja en medio mundo comercializando el vino ‘Marqués de Larretxipi. Es un gran comercial.


Tiene una espléndida memoria y es muy dicharachero. Habla a la velocidad del rayo y es un comercial espléndido, de esos que venden la lluvia en África. Tiene 63 años y se llama Josetxo García-Otxoa Camacho. Está felizmente casado con Raquel Bonain, es el aita de José Carlos y Carolina. Su hijo le ha dado dos nietos: Pablo (siete años) y Álex (4). Nació en la irundarra calle Larretxipi, en el famoso ‘Portalón’. A los 18 años dejó el pueblo para vivir en Donostia y en medio mundo. Estudió en La Salle y aprendió a pintar con Gaspar Montes Iturrioz, especializándose en porcelana. Fue director de la Escuela de Gastronomía ‘Bidasoa’ en Donostia, entre 1997 y 2000, pero antes se empleó en la agencia de aduanas ‘Feliú y Fernández’ y fue consignador marítimo en Pasaia. Estuvo 29 años en ‘Poseidón-Casa Armendariz’, dedicándose al suministro de productos exentos de impuestos especiales y mercancías sensibles. O sea, toda clase de tabaco, güiski o, entre otros productos, caviar. Desde 2005 está entregado al vino ‘Marqués de Larretxipi’. Cuando no trabaja, dibuja o se va a esquiar (fondo). Es un amante de la naturaleza y de todo lo bueno.
– Te llamo Josetxo, ¿no?
– Sí, como todo el mundo. Muchos ignoran que mi verdadero nombre es José Miguel.
– Te nacen en la calle Larretxipi…
– En 1950 y en casa, en el seno de una familia humilde con padre (Antonio) como muy republicano. Tuve hermanos que trabajaron en ‘Palmera’, como Antonio Jr.; que se murió después de perder una final de cartas en -La Agrícola; y Rafa ‘Kuki’, que era muy de EKT; además de Andrés, que era pintor. Solo vive mi hermana Leonor, a la que le llamo &lsquoEL DIARIO VASCO&rsquo, porque es la que siempre me pone al día.
– Dieciocho años en Irun, ¿no es así?
– Y con unos recuerdos muy bonitos, con muchos amigos a los que he perdido de vista, salvo a la gente de Artillería, unidad en la que he desfilado un cuarto de siglo. Qué bien me lo pasaba.
– Me cuenta un pajarraco que eras como un &lsquobala&rsquo pero sin el como.
– Y acierta. Tenía mucho peligro. La de multas de 25 pesetas que me pusieron los municipales. ¿Sabes por qué?
– No.
– Pues porque me dedicaba a accionar la palanca que proporcionaba la luz a toda la Plaza San Juan. Tenía doce años y los que me conocían como el hijo de la Rafaela.
– ¿Es cierto que te llamaban &lsquoMarquesito&rsquo? ¿Por qué?
– Te cuento. Cuando iba al edificio central de la aduana, frente al &lsquoAmaia&rsquo, me obligaban a vestir chaqueta y corbata. Yo iba de esa guisa hacia mi casa y cuando pasaba por la calle Jesús, a la altura de la tienda de comestibles &lsquoDemetrio&rsquo, pues ese hombre me empezó a llamar &lsquoMarquesito&rsquo y así me quedé.
– Y te inicias en el mundo del vino con el &lsquoMarqués de Larretxipi&rsquo.
– Sí, porque me llamaban así y porque nací en esa calle, que estaba llena de bares y sidrerías. Empecé con la comercialización del vino en 2005. Concretamente en Andorra, donde me moví mucho y bien. Me hice popular en una programa de radio y hablando de vinos y gastronomía.
– Díme algo sobre la producción de tu vino.
– Se trata de una producción concertada con bodegas riojanas. No tenemos propiedades pero sí un concierto de varias hectáreas, donde toda la producción es para la firma.
– ¿Cuántos litros de vino mueves al año?
– Hay una previsión anual y de inicio de 600.000 botellas, pero con un horizonte de alcanzar 1,5 millones.
– ¿Y dónde vendes?
– En el extranjero. En España no, porque hay mucho &lsquocara&rsquo, personas que no pagan. Me harté de impagos. Cuando formo sociedad con los hermanos González Merino (Rafa y Alberto) apuesto por la exportación. Alberto llevaba viajando cinco años a China y nuestro vino se vende hasta en ese país.
– ¿Dónde más?
– Estamos trabajando mucho en el mercado centroamericano. Vamos a llevar el nombre de Irun, su escudo y la ikurriña a todo Centroamérica. Nuestro logo comercial contiene esos efectos adornando un globo terráqueo. Mira, tenemos un socio en México que tiene diez hoteles y al que le hemos vendido 40.000 botellas. Te hablo de diez mil para Costa Rica y también estamos metidos en Panamá y San Juan de Puerto Rico, además de en Francia.
– O sea que, la cosa marcha, ¿no?
– La verdad es que sí y vamos a seguir creciendo hasta alcanzar las previsiones que te he comentado.
– ¿Cómo es este vino, el &lsquoMarqués de Larretxipi&rsquo?
– Es un caldo elaborado como antaño. Muy parecido a un &lsquoLópez Heredia&rsquo. La verdad es que soy un enamorado del &lsquoViña Tondonia&rsquo y el &lsquoMarqués de Larretxipi&rsquo es una especie de primo-hermano. Tenemos vino joven, crianza, reserva y gran reserva. Se trata de vinos tintos, que se venden a 5,5 euros la botella, que van genial con la carne. Pero hay más…
– Cuéntame…
– Sí, un blanco oloroso y afrutado; y un rosado-clarete, menos ácido que el navarro. Tanto los blancos como los claretes no van más allá de los 4,5 euros la botella.
– ¿Cómo me venderías tu vino?
– Pues como lo definen nuestros clientes, que hablan de un vino redondo que gusta a todos los paladares. Es un vino que gusta mucho a la gente joven, así como de entre 25 y 40 años. Vamos, pero en cuanto a gustos no hay límites con la edad. Y te digo más…
– Díme…
– Piensa que hay más de quinientas bodegas en La Rioja y nuestro vino es muy especial dentro de su nivel. Marca diferencias respecto a los demás y eso lo demuestra la cantidad de premios y primeros puestos que hemos obtenido en no pocos certámenes del ramo. No sé, te diría que es un vino serio, con personalidad propia y muy fácil de beber.
– Oye y cómo no vendes aquí, ¿dónde me puedo tomar una txopera de &lsquoMarques de Larretxipi&rsquo?
– Pues, por ejemplo, en mi casa y cuando quieras. Lo pruebas y me cuentas. Bueno, también lo conocen los socios de EKT (Euskal Kultur Taldea). Este vino lo quieren muchos, pero estamos centrados en el extranjero, donde sí pagan.

Fuente:
http://www.diariovasco.com/

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