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Finca Manzanos Winery, Rioja

www.fincamanzanos.com

La familia Fernández de Manzanos lleva cuatro generaciones dedicada al cultivo y a la elaboración de vinos de Rioja. Su primera bodega data de 1890 y en la actualidad cuenta con una explotación de 250 hectáreas de viñedo, distribuidas entre los términos municipales de Aldeanueva de Ebro, Alfaro, Azagra y San Adrián, todos ellos acogidos a la D.O. Calificada Rioja. En 2004, el matrimonio formado por Víctor Fernández de Manzanos y Guillermina Roldán, comenzó una nueva andadura con la construcción en Azagra de una bodega, FINCA MANZANOS ,en la que el enoturismo juega un importante papel.

FINCA MANZANOS, propiedad de la familia Fernández de Manzanos , ha recibido un importante espaldarazo en el estreno de sus nuevas instalaciones, ya que han sido merecedoras del Premio Best Of de Turismo Vitivinícola 2007 en la modalidad de Prácticas Sostenibles de Turismo Vitivinícola, un importante premio concedido por la Red de Grandes Capitales del Vino con el objetivo de reconocer la búsqueda de la calidad y la excelencia en el turismo vitivinícola.
Víctor Fernández de Manzanos, artífice del proyecto, ha diseñado la bodega integrándola en un magnífico paisaje de viñedos, aprovechando el desnivel natural del terreno que nos permite el trabajo por gravedad de uvas y vinos, soterrando la mayor parte del edificio y recuperando la antigua gravera para el cultivo de la viña y la construcción de la bodega.

En la nueva bodega tenemos concentradas todas las actividades de la vitivinicultura desde los cuidados de la vid, hasta la comercialización última del embotellado, que estarán acompañadas de unos servicios de hostelería para nuestros clientes, conjugando el enoturismo con la agricultura.

Finca Manzanos Wines

La finca tiene una superficie de 150.000 m2 de ellos 10.000 m2. construidos, que se encuentran distribuidos en varias plantas, a diferentes niveles de altura, aprovechando el desnivel natural del terreno y teniendo toda la zona de crianza y cementerio de botellas subterránea al más puro estilo de los calados tradicionales de Rioja, que aportaban condiciones de temperatura y humedad ideales para la crianza y minimizado el impacto visual en el medio ambiente.

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