Fuente: La mañana de Neuquén
En un año en que los accidentes climáticos recalientan el mercado de uvas, la región puede conseguir mejores precios. Los valores podría alcanzar hasta los 4 pesos para un Malbec de calidad, casi un 100% más que en 2010
En la sexta semana de vendimia para la región patagónica las uvas tintas son estrellas. Mientras termina la cosecha de Pinot Noir y comienza la de Malbec para vinos jóvenes, el mercado de uvas se recalienta con especulaciones de todo tipo. En materia de precio, las uvas este año todavía están volátiles. La causa hay que buscarla fuera de la región, en Mendoza, donde se juega el corazón de la industria.
Recién ahora las zonas productivas de la provincia cuyana comienzan a definir un valor para las uvas de mediano valor enológico, mientras que las de alta calidad siguen siendo una incógnita.
En el mercado, por un buen Malbec, se habla de hasta 4 pesos el kilo de buena uva, con picos de hasta 6 para uvas excepcionales. El aumento se debe fundamentalmente a los accidentes climáticos sufridos en Mendoza: primero la feroz helada tardía que acabó con buena parte de la producción, y luego una vendimia relativamente lluviosa que ha traído algunos problemas de sanidad hacia la sexta semana. En contraposición, la región patagónica atraviesa una excelente cosecha.
Con un año parejo y seco, según dijo a este diario el enólogo de Familia Schroeder Leonardo Puppato, “las uvas están en excelente estado y con potencial par hacer grandes vinos.” Con ese escenario, la región logra cotizar en alza como un proveedor estratégico.
Aumentos de precio
De ahí, que grandes productores de Mendoza –como Chandon, Norton principalmente, y Catena en menor medida- hayan comprometido parte de la producción de Neuquén para abastecerse de uvas y de vino para este 2011. Y el precio de la materia prima, en consecuencia, ha aumentado: hasta ahora las bodegas de la zona hablan de pagar entre 3 y 4 pesos el kilo de uva de calidad, mientras que en 2010 el precio promedio osciló entre los 1,8 y 2 pesos. Con esos valores especulativos, algunos productores de uva comprometieron parte de su quilaje en la elaboración propia de vinos.
Sueñan con mejores precios y menor incertidumbre en el mediano plazo, que les permita hacer su agosto. Su reacción es lógica: las bodegas hoy pueden comprar a un precio nominal alto, que pagarán en un plazo de 12 meses, consiguiendo un precio real más bajo al licuar parte del aumento en las expectativas inflacionarias. El vino, una vez elaborado, juega en el mediano plazo su precio según la ley de oferta y demanda. Y en un año en el que las exportaciones prometen volver a ser estrella, tener vino elaborado para abastecer el mercado de traslado parece ser el mejor negocio. Se verá.
NdD: ¿Cómo será el Futuro? Quizás este sea el primer año en que la vista esté puesta en las uvas del sur. En el futuro,con el cambio climático, seguramente toda la vitivinicultura se correrá a la Patagonia, buscando temperaturas más equilibradas, más templadas, sin granizo y sin lluvia. De igual manera recordemos que este verano, -el 23 de enero con exactitud- hubo un día en que en Neuquén hizo por primera vez 40 grados centígrados….
Silvia Ramos de Barton
Directora