El indonesio Rudy Kurniawan vivía como un magnate en Los Ángeles hasta que en 2012 fue encarcelado por fraude: por meter mezclas de vino barato en botellas antiguas con etiquetas falsas. En agosto de este año fue condenado a 10 años de prisión y a la cancelación de una multa de US$20 millones y de una compensación de US$28,4 millones en reparaciones a sus víctimas. Los vinos adulterados eran un problema en la Roma clásica y siguen siéndolo hoy en día. Algunas estimaciones aseguran que más del 5% del vino que se consigna y se vende en subastas es fradulento. ¿Pero, acaso es sencillo falsificar una elegante botella de Borgoña?…