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Una bodega de Laguardia cría vinos en el fondo del mar

No son los unicos debido a que en Tossa de Mar ya se lleva a cabo desde hace tiempo, en Girona, en Cala Llevadó,allí se puede degustar el vino de las Cavas Submarinas, es decir, botellas de vino que envejecen debajo del mar, aqui eres tu mismo mediante submarinismo quien busca su botella y en la Guardia no se si te dan esta posibilidad, creo es una forma de realizar cosas nuevas e ir inovando y marcar diferencias en este mundo tan competitivo.
En Tosssa de Mar existen blancos y tintos; el producto estrella es aquella botella que ha estado bajo el mar doce meses, con denominación Reserva Marina. Es un vino muy suave al paladar, y el más viejo que se puede degustar en las cavas submarinas.

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Ahora una bodega de Laguardia, en la Rioja Alavesa, ha elaborado un vino cuya crianza se ha realizado en las mismas condiciones que las ostras y mejillones de las bateas, es decir, sumergido a varios metros de profundidad durante unos meses en el mar.
Unas botellas del vino Terran Perla 2007 de bodegas Vallobera, un Rioja Alavesa cuya crianza se ha realizado en una batea de ostras en aguas de San Carlos de la Rápita (Tarragona), a 5,5 metros de profundidad. Javier San Pedro Ortega, un joven bodeguero, ha sido el artífice de este proyecto, escogiendo la bahía de San Carlos de la Rápita (Tarragona) para la crianza de estas botellas de vino riojano, por la calidad de sus aguas para la cría de ostras.

Javier San Pedro Ortega, un joven bodeguero, ha sido el artífice de este proyecto, escogiendo la bahía de San Carlos de la Rápita (Tarragona) para la crianza de estas botellas de vino riojano, por la calidad de sus aguas para la cría de ostras.

Las botellas se colocaron a la misma profundidad que las ostras, a 5,5 metros y permanecieron sumergidas entre 60 y 176 días. Se colgaron el día 3 de marzo de este año, y en total se introdujeron en el mar diez botellas en cinco redes con dos botellas cada una.

La idea surgió porque el bodeguero pensó que el mar se podría utilizar como una gran bodega con muchos beneficios que ninguna convencional puede ofrecer.

Por ejemplo, en el mar a las botellas no les llega prácticamente luz y por lo tanto se evitan oxidaciones, la humedad es constante y no hay ningún cambio en todo este tiempo y, además, se cuenta con el aumento muy lento y progresivo de la temperatura hasta los 22 grados, que sus responsables consideran que puede ser positivo para la evolución del vino.

También el hecho de que las botellas se encuentren en suspensión y expuestas a corrientes marinas que hacen que se balanceen lentamente puede aportar resultados diferentes a los de la crianza en bodega.

Tras la prueba inicial de este año, el objetivo es repetirla con las próximas añadas para sacar al mercado un reducido número de botellas, en torno a unas doscientas.

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http://www.soitu.es/soitu/2009/09/10/info/1252577571_148052.html?id=38765940fe49903a12289ed4124af768&tm=1252657982

http://www.canalcocina.es/actualidad/de-vinos/cavas-submarinas

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