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VINOS SANZ, LA ELEGANCIA Y LA FRESCURA QUE APORTA LAFAMILIA CARBAJO A LA BODEGA MÁS ANTIGUA DE RUEDA

 Hace más de 150 años que la bodega fue fundada por la familia de los Donatos,quienes dieron forma y fama a unos vinos que ya son historia de la zona. Desde 2003 es lafamilia Carbajo la que continua el legado, mimando uno de los viñedos más especiales del Triángulo de Oro, elaborando unos vinos únicos y con identidad propia

 Verdejo, Viura y Sauvignon Blanc son las 3 variedades de uva que dan vida a 8
etiquetas de vinos diferentes entre sí, con una personalidad bien marcada, infalibles en cada
añada, que, según la crítica, son siempre “de buenos a excelentes”. Su conocida gama
‘Sanz’, fiel reflejo de la elaboración tradicional y de alta calidad dentro de la D.O. Rueda; El
Loco y La Chalada, que representan ‘la locura perfecta’; y su gama Premium, ‘Finca La
Colina’, que atesora una joya en forma de blanco de guarda del que solo hay unas 1.500
botellas por temporada. Fuera de Rueda también elaboran dos vinos de Madrid, la viva imagen de ‘La Capital’

Madrid, octubre de 2023
Vinos Sanz (www.vinossanz.com) lleva creciendo desde 1870. Sus viñedos, 100 ha localizadas en La
Seca, ubicados en el codiciado Triángulo de Oro de Rueda, producen desde hace más de 150 años unas
uvas de máxima calidad que, en su día, los Donatos explotaron y que desde hace 20 años dirige la
familia Carbajo, primero con Joaquín y ahora con su hija Ana al frente de la bodega. Ella estudió ADE, y
con un pie en el mundo laboral, se implicó en la bodega que había adquirido su padre unos años atrás y
que la tiene “enganchada” porque “nunca paras de aprender”. En sus palabras se percibe la pasión
heredada por esos vinos con historia que mejoran cada día gracias al buen hacer del gran equipo que
han formado. Porque no hacen muchas botellas pero sí que se han propuesto “sentirse orgullosos de
ellas” y que formen parte de la vida de sus consumidores.

La edad media de sus viñedos, todos propios, de Verdejo, Viura y Sauvignon Blanc -uva cuyas primeras
plantaciones en Rueda se hicieron en su emblemática Finca La Colina- es de unos 40 años, plantados en
vaso y espaldera sobre suelos cascajosos, típicos de la D.O. Debido a esta particularidad inherente a sus
viñedos, presentan una calidad en sus vinos por la que son reconocidos a nivel nacional e internacional y
de ese modo ofrecen algo único dentro de la Denominación de Origen. Esta distinción queda patente en
su gama Finca La Colina, elaborada exclusivamente a partir de las cepas ubicadas en el terreno
homónimo, plantas únicas y especiales, con rendimientos inferiores a 5.000 kg/ha, que nos regalan unos
excelentes vinos. Muestra de ello son las tres medallas -dos de oro y una de plata- que consiguieron en
el Concours Mondial de Bruxelles y Sauvignon 2023 tres de los vinos elaborados con las uvas que aquí
cultivan.


La variedad Verdejo es la autóctona, la más popular en la zona, y solamente con ella, con una crianza
sobre lías, se elabora Finca La Colina Verdejo Cien x Cien (Oro en el citado certamen). Una explosión de
sensaciones dentro de una botella, “un Verdejo para los que saben de Verdejos” según lo define Ana. Su
color es amarillo pajizo con irisaciones verdosas, limpio y brillante; de nariz intensa, compleja y elegante,
que destaca por aromas de fruta fresca y complejos aromas herbáceos de hinojo y hoja de higuera, notas
florales (flor blanca), con un final anisado y recuerdo mineral, fiel reflejo del suelo cascajoso de la finca de
la que procede. Su ‘hermano’ de apellido francés, Finca La Colina Sauvignon Blanc (que obtuvo la plata
en el concurso de Sauvignon a nivel mundial) se elabora con una selección de las primeras cepas de la
noble variedad foránea que fueron plantadas en Rueda hace más de 40 años. Es un vino que expresa la
amplia gama de aromas y sabores típicos de esta uva, tan cercanos a los frutos tropicales (mango,

maracuyá), con recuerdos cítricos, de hierbas aromáticas y con tonos especiados (pimienta negra y
guindilla) acompañado de un carácter vegetal de hoja de higuera, así como mineral, de nuevo procedente
del suelo cascajoso tan representativo de Finca La Colina, muy exuberante y elegante en nariz. Está
catalogado como unos de los mejores vinos monovarietales de Sauvignon Blanc tanto en España como
en el extranjero. Procedente también de esta emblemática finca, surge su tesoro más preciado, Finca la
Colina Dressage, un blanco de guarda elaborado con uva verdejo, muy especial, del que solo se
comercializan 1.500 botellas, presentadas como Vino de la tierra de Castilla y León. Es “un vino para
charlar” cuyo nombre evoca al arte de la doma clásica, el binomio entre caballo y jinete donde prima la
elegancia, el equilibrio, la franqueza y la armonía. Está ‘domado’ sobre sus lías durante más de un año,
en depósitos ovoides de hormigón, foudres y barricas de roble francés. Una perfecta combinación de tres
elaboraciones que alcanza la excelencia con su ensamblaje en botella.

Quizás requiere menos presentación la gama Sanz, tres etiquetas que conforman su buque insignia y
que recientemente han cambiado su imagen a una más elegante con tonos negros y tierra y un
serigrafiado en relieve que representa la identidad de cada uno. Son: Sanz Clásico, un blanco fresco y
elegante hecho con 70% Verdejo y 30% Viura; el monovarietal Sanz Verdejo, afrutado, con intenso
carácter frutal y floral, con toda la personalidad de Rueda, “un verdejo de libro” que refleja como ninguno
las características de esta uva; y Sanz Sauvignon, con gran expresión olfativa, cercano a los frutos
tropicales, fragante y frutal. Una gama completa que recoge el saber hacer tras más de 150 años de
experiencia con estas variedades.


El lado más desenfadado y canalla de Vinos Sanz nace con un tándem que representa ‘la locura
perfecta’, con una imagen moderna y llamativa que refleja cómo la bodega sigue adaptándose a los
nuevos tiempos. Así son El Loco de Finca La Colina, un coupage de Verdejo y Sauvignon Blanc,
merecedor de la Medalla de Oro en el Concours Mondial de Bruxelles, el perfecto ensamblaje de las dos
variedades más importantes de la D.O. Rueda, con una potente nariz y una boca untuosa, perfecto para
acompañar pescados, mariscos, ahumados, arroces y hasta carnes blancas; y La Chalada, un blanco de
aguja natural, semidulce, 100% Verdejo y totalmente diferente al resto. Un vino goloso, con una delicada
nariz, con gran equilibrio entre acidez, azúcar y alcohol que pide servirse muy frío.


Vinos Sanz elabora 8 blancos sorprendentes, ninguno parecido al anterior, cada uno con una historia
que contar… pero no solo eso. También tiene dos tintos jóvenes con D.O. Vinos de Madrid ideales para
copear, a base de uva Tempranillo y con un nombre bien fácil de asociar: Sanz La Capital y Sanz La
Capital Roble. El segundo tiene un paso por madera de roble francés y americano de 4 meses, que le
aporta un gran equilibrio dado el origen centenario de las cepas a partir de las que se producen, ubicadas
en Valdilecha, cuna de algunos de los viñedos más antiguos de la D.O. Vinos de Madrid. Los capitalinos
van estupendamente con carnes rojas, ahumadas, guisos o embutidos. En definitiva, unos vinos
elaborados con todo el cariño que la bodega tiene por Madrid, de donde procede la familia Carbajo.
Porque Vinos Sanz (www.vinossanz.com) tiene una larga historia y gran fama, acorde a la calidad de sus
etiquetas, todas veganas, que se conocen y distribuyen en más de 35 países. La crítica también los
premia, y por ejemplo sus ‘Fincas’ y Sanz Verdejo están valorados por encima de los 90 puntos en la
última Guia Peñín. Se pueden tomar en infinidad de restaurantes -hay que preguntar por “Vinos Sanz” y
“Finca La Colina” para descubrir la verdadera identidad de Rueda, ya que poco tienen que ver con otros
verdejos de la zona- y también se pueden adquirir directamente en su tienda online o incluso en tiendas
de alimentación gourmet, además de poder encontrarlas en las salas de los restaurantes de alta cocina.
Esta bodega de Rueda pertenece desde hace 20 años a los Carbajo, que también tienen un acogedor
espacio a modo de txoko en Las Rozas (Madrid) que es mucho más que una sala para catas.


 Hace más de 150 años que la bodega fue fundada por la familia de los Donatos,
quienes dieron forma y fama a unos vinos que ya son historia de la zona. Desde 2003 es la
familia Carbajo la que continua el legado, mimando uno de los viñedos más especiales del

Triángulo de Oro, elaborando unos vinos únicos y con identidad propia
 Verdejo, Viura y Sauvignon Blanc son las 3 variedades de uva que dan vida a 8
etiquetas de vinos diferentes entre sí, con una personalidad bien marcada, infalibles en cada
añada, que, según la crítica, son siempre “de buenos a excelentes”. Su conocida gama
‘Sanz’, fiel reflejo de la elaboración tradicional y de alta calidad dentro de la D.O. Rueda; El
Loco y La Chalada, que representan ‘la locura perfecta’; y su gama Premium, ‘Finca La
Colina’, que atesora una joya en forma de blanco de guarda del que solo hay unas 1.500
botellas por temporada. Fuera de Rueda también elaboran dos vinos de Madrid, la viva

imagen de ‘La Capital’

Madrid, octubre de 2023
Vinos Sanz (www.vinossanz.com) lleva creciendo desde 1870. Sus viñedos, 100 ha localizadas en La
Seca, ubicados en el codiciado Triángulo de Oro de Rueda, producen desde hace más de 150 años unas
uvas de máxima calidad que, en su día, los Donatos explotaron y que desde hace 20 años dirige la
familia Carbajo, primero con Joaquín y ahora con su hija Ana al frente de la bodega. Ella estudió ADE, y
con un pie en el mundo laboral, se implicó en la bodega que había adquirido su padre unos años atrás y
que la tiene “enganchada” porque “nunca paras de aprender”. En sus palabras se percibe la pasión
heredada por esos vinos con historia que mejoran cada día gracias al buen hacer del gran equipo que
han formado. Porque no hacen muchas botellas pero sí que se han propuesto “sentirse orgullosos de
ellas” y que formen parte de la vida de sus consumidores.
La edad media de sus viñedos, todos propios, de Verdejo, Viura y Sauvignon Blanc -uva cuyas primeras
plantaciones en Rueda se hicieron en su emblemática Finca La Colina- es de unos 40 años, plantados en
vaso y espaldera sobre suelos cascajosos, típicos de la D.O. Debido a esta particularidad inherente a sus
viñedos, presentan una calidad en sus vinos por la que son reconocidos a nivel nacional e internacional y
de ese modo ofrecen algo único dentro de la Denominación de Origen. Esta distinción queda patente en
su gama Finca La Colina, elaborada exclusivamente a partir de las cepas ubicadas en el terreno
homónimo, plantas únicas y especiales, con rendimientos inferiores a 5.000 kg/ha, que nos regalan unos
excelentes vinos. Muestra de ello son las tres medallas -dos de oro y una de plata- que consiguieron en
el Concours Mondial de Bruxelles y Sauvignon 2023 tres de los vinos elaborados con las uvas que aquí
cultivan.
La variedad Verdejo es la autóctona, la más popular en la zona, y solamente con ella, con una crianza
sobre lías, se elabora Finca La Colina Verdejo Cien x Cien (Oro en el citado certamen). Una explosión de
sensaciones dentro de una botella, “un Verdejo para los que saben de Verdejos” según lo define Ana. Su
color es amarillo pajizo con irisaciones verdosas, limpio y brillante; de nariz intensa, compleja y elegante,
que destaca por aromas de fruta fresca y complejos aromas herbáceos de hinojo y hoja de higuera, notas
florales (flor blanca), con un final anisado y recuerdo mineral, fiel reflejo del suelo cascajoso de la finca de
la que procede. Su ‘hermano’ de apellido francés, Finca La Colina Sauvignon Blanc (que obtuvo la plata
en el concurso de Sauvignon a nivel mundial) se elabora con una selección de las primeras cepas de la
noble variedad foránea que fueron plantadas en Rueda hace más de 40 años. Es un vino que expresa la
amplia gama de aromas y sabores típicos de esta uva, tan cercanos a los frutos tropicales (mango,

Nota de prensa

maracuyá), con recuerdos cítricos, de hierbas aromáticas y con tonos especiados (pimienta negra y
guindilla) acompañado de un carácter vegetal de hoja de higuera, así como mineral, de nuevo procedente
del suelo cascajoso tan representativo de Finca La Colina, muy exuberante y elegante en nariz. Está
catalogado como unos de los mejores vinos monovarietales de Sauvignon Blanc tanto en España como
en el extranjero. Procedente también de esta emblemática finca, surge su tesoro más preciado, Finca la
Colina Dressage, un blanco de guarda elaborado con uva verdejo, muy especial, del que solo se
comercializan 1.500 botellas, presentadas como Vino de la tierra de Castilla y León. Es “un vino para
charlar” cuyo nombre evoca al arte de la doma clásica, el binomio entre caballo y jinete donde prima la
elegancia, el equilibrio, la franqueza y la armonía. Está ‘domado’ sobre sus lías durante más de un año,
en depósitos ovoides de hormigón, foudres y barricas de roble francés. Una perfecta combinación de tres
elaboraciones que alcanza la excelencia con su ensamblaje en botella.
Quizás requiere menos presentación la gama Sanz, tres etiquetas que conforman su buque insignia y
que recientemente han cambiado su imagen a una más elegante con tonos negros y tierra y un
serigrafiado en relieve que representa la identidad de cada uno. Son: Sanz Clásico, un blanco fresco y
elegante hecho con 70% Verdejo y 30% Viura; el monovarietal Sanz Verdejo, afrutado, con intenso
carácter frutal y floral, con toda la personalidad de Rueda, “un verdejo de libro” que refleja como ninguno
las características de esta uva; y Sanz Sauvignon, con gran expresión olfativa, cercano a los frutos
tropicales, fragante y frutal. Una gama completa que recoge el saber hacer tras más de 150 años de
experiencia con estas variedades.
El lado más desenfadado y canalla de Vinos Sanz nace con un tándem que representa ‘la locura
perfecta’, con una imagen moderna y llamativa que refleja cómo la bodega sigue adaptándose a los
nuevos tiempos. Así son El Loco de Finca La Colina, un coupage de Verdejo y Sauvignon Blanc,
merecedor de la Medalla de Oro en el Concours Mondial de Bruxelles, el perfecto ensamblaje de las dos
variedades más importantes de la D.O. Rueda, con una potente nariz y una boca untuosa, perfecto para
acompañar pescados, mariscos, ahumados, arroces y hasta carnes blancas; y La Chalada, un blanco de
aguja natural, semidulce, 100% Verdejo y totalmente diferente al resto. Un vino goloso, con una delicada
nariz, con gran equilibrio entre acidez, azúcar y alcohol que pide servirse muy frío.
Vinos Sanz elabora 8 blancos sorprendentes, ninguno parecido al anterior, cada uno con una historia
que contar… pero no solo eso. También tiene dos tintos jóvenes con D.O. Vinos de Madrid ideales para
copear, a base de uva Tempranillo y con un nombre bien fácil de asociar: Sanz La Capital y Sanz La
Capital Roble. El segundo tiene un paso por madera de roble francés y americano de 4 meses, que le
aporta un gran equilibrio dado el origen centenario de las cepas a partir de las que se producen, ubicadas
en Valdilecha, cuna de algunos de los viñedos más antiguos de la D.O. Vinos de Madrid. Los capitalinos
van estupendamente con carnes rojas, ahumadas, guisos o embutidos. En definitiva, unos vinos
elaborados con todo el cariño que la bodega tiene por Madrid, de donde procede la familia Carbajo.
Porque Vinos Sanz (www.vinossanz.com) tiene una larga historia y gran fama, acorde a la calidad de sus
etiquetas, todas veganas, que se conocen y distribuyen en más de 35 países. La crítica también los
premia, y por ejemplo sus ‘Fincas’ y Sanz Verdejo están valorados por encima de los 90 puntos en la
última Guia Peñín. Se pueden tomar en infinidad de restaurantes -hay que preguntar por “Vinos Sanz” y
“Finca La Colina” para descubrir la verdadera identidad de Rueda, ya que poco tienen que ver con otros
verdejos de la zona- y también se pueden adquirir directamente en su tienda online o incluso en tiendas
de alimentación gourmet, además de poder encontrarlas en las salas de los restaurantes de alta cocina.
Esta bodega de Rueda pertenece desde hace 20 años a los Carbajo, que también tienen un acogedor
espacio a modo de txoko en Las Rozas (Madrid) que es mucho más que una sala para catas.