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Informe Vendimia 2015 de Bodegas Torres


2015 será una añada excelente. Las altas temperaturas de julio tuvieron el contraste de los meses de agosto y setiembre, con temperaturas más frías y oportunas lluvias. Esto ha propiciado una muy buena evolución de la
uva en todas las zonas vitivinícolas en las que trabajamos. Hemos cosechado
la uva en su estado de maduración óptimo, sin que haya sido afectada
en ningún caso por hongos o enfermedades. La vendimia ha sido,
en general, más corta de lo habitual, y la producción también ha sido inferior,
en la mayoría de los casos. Auguramos vinos muy aromáticos y equilibrados y con una buena capacidad de guarda.


Catalunya


A finales de verano, estuvimos con mi padre visitando cada uno de los viñedos de Catalunya y pudimos comprobar de primera mano que el 2015 ha sido un muy buen año para la viña. La calidad ha sido muy buena en general, tanto en blancos como en tintos, gracias a las condiciones meteorológicas propicias durante todo el ciclo vegetativo y, en especial,durante la maduración de la uva. Esto nos ha permitido vendimiar con un buen estado sanitario y con el grado de madurez deseado para elaborar los diferentes vinos que hacemos.

La vendimia en Catalunya ha transcurrido con total normalidad, aunque
ha sido algo más corta que otros años, del 20 de agosto al 9 de octubre,
cuando lo habitual es que dure unos 60 días. Las variedades más tempranas
se han avanzado, pero en menor proporción que las variedades más tardías, que han acusado de una manera más importante el calor durante el verano y han llegado antes a su estado óptimo de madurez.

Iniciamos la vendimia el 20 de agosto con las primeras Chardonnay del Penedès.
Luego seguimos con la Moscatel de Frontignac de la costa –utilizado
para nuestro clásico Viña Esmeralda– y la Garnacha blanca de Terra Alta.
Las tintas se hicieron esperar. Empezamos a cosechar el 24 de agosto para
el rosado. Sin embargo, la primera uva para tinto no llegó hasta el 31 de
agosto, con la entrada de alguna Garnacha tinta. A partir de ahí, ya pudimos
empezar la vendimia en las diferentes fincas de Catalunya con las Chardonnay
de Milmanda y Sauvignon blanc de Fransola, alguna Syrah y las primeras
uvas de Tempranillo. Finalizamos el 9 de octubre con algunas Cabernet
sauvignon de Conca de Barberà y la Cariñena de la zona de Terra Alta.
Los blancos de la DO Catalunya son muy frescos y aromáticos, con buen
equilibrio en boca. En cuanto a los tintos, la calidad final es muy elevada,
con vinos con mucho carácter y muy buena concentración.

Este 2015, hemos avanzado en el proyecto de recuperación y aclimatización de variedades ancestrales catalanas. La Garró, la Querol,la Gonfaus y la Moneu han sido las que mejor resultado han aportado hasta la fecha, de las 40 recuperadas;
pronto se les sumarán otras variedades con excelentes aptitudes,contribuyendo a la recuperación del patrimonio vitivinícola. Como curiosidad,en Tremp, también hemos contribuido a la recuperación del patrimonio,pero en este caso arquitectónico,con la restauración de la pequeña capilla de St. Miquel de Gurp
del siglo XI, que ha recuperado toda su presencia en este viñedo.

Penedès

Como en Catalunya, la vendimia en el Penedès será recordada por ser más temprana y más corta de lo habitual y de muy buena calidad para los vinos blancos y los tintos, gracias al buen estado sanitario de la uva y el grado de madurez óptimo en el momento de la cosecha como resultado de la buena meteorología.

2015 ha sido un año bastante variable en lo que a temperaturas se refiere
y con una disminución general de la pluviometría. Tras un invierno bastante
frío y seco, empezamos el ciclo vegetativo con cierta normalidad y con
temperaturas más suaves durante la primavera, que también fue bastante
seca. En verano, y especialmente en el mes de julio, llegó el calor intenso
y eso hizo avanzar la maduración de la uva. Las lluvias de finales de agosto
y setiembre fueron bien recibidas, ya que beneficiaron la maduración
de las variedades más tardías.

Iniciamos la vendimia el 14 de agosto con la variedad Pinot noir de la finca
de Fransola con la que estamos experimentando. Tras un breve paréntesis,
seguimos con las primeras Chardonnay para vino de la zona más cálida,
que empezamos a entrar a partir del 20 de agosto. Las tintas también
se han avanzado respecto a otros años, ya que empezamos con la Merlot
a partir del 4 de setiembre. Finalizamos la vendimia en el Penedès el 15
de octubre con algunas Cabernet sauvignon de la finca de las Torres.
En cuanto a la calidad de los vinos, los blancos del Penedès son muy
frescos y aromáticos con buen equilibrio en boca, mientras que los tintos
tienen un gran nivel gracias a la buena maduración fenólica. Son vinos
con mucho carácter, buena intensidad aromática y con mucha concentración
en boca, por lo que todo apunta que será una muy buena añada
para vinos de guarda como Mas La Plana.

Priorat

En el Priorat, la buena meteorología del 2015 ha favorecido también una
cosecha de gran calidad sanitaria de las uvas, aunque algo menor que la
media en cuanto a cantidad.

La entrada de verano fue muy calurosa, con temperaturas extremas ya
en el mes de junio. Julio y agosto también fueron muy calurosos y secos,
aunque a finales de agosto y principios de septiembre se registraron lluvias
que suavizaron algo los síntomas de escasez de agua y altas temperaturas
que ya se apreciaban antes de iniciar la vendimia. A partir del 10
de septiembre, no volvió a registrarse ninguna lluvia de importancia hasta
finalizar la vendimia.

Estas características meteorológicas han permitido una correcta maduración
en la zona más tardía de Porrera; incluso se ha avanzado unos
10 – 12 días en función de la variedad respecto a lo habitual de la zona.
También en la zona más cálida de El Lloar, hemos apreciado un ligero
avance en el ciclo vegetativo, aunque menos pronunciado; las fechas de
cosecha han sido más normales si las comparamos con la media de años
anteriores.

Como consecuencia, la vendimia se ha acortado casi 10 días, empezando
con Garnacha tinta de la zona de El Lloar el 3 de septiembre y terminando
el 16 de octubre con Cabernet sauvignon, procedente de la finca de Porrera.
Esto es poco habitual, ya que raramente hemos vendimiado la Cabernet
de ese viñedo antes del 25 de octubre; en alguna ocasión, incluso,
la hemos llegado a vendimiar a principios de noviembre.

En conclusión, las condiciones meteorológicas del 2015 han favorecido una sanidad de las uvas excelente, una muy buena maduración fenólica, especialmente en las zonas frías, y una reducción de la producción media de los viñedos.
Por contra, el excesivo calor en los meses de junio y julio puede
haber afectado algo a la correcta maduración fenólica en algunos viñedos muy expuestos a la radiación solar, situados en las zonas de Bellmunt o El Molar, aunque no se considera una afectación muy importante.

Por todo ello, de los vinos obtenidos se puede destacar su gran carga polifenólica que augura un gran potencial de envejecimiento y su intensidad y limpieza aromática.

“Terminamos la vendimia a mediados de octubre,10 días antes que otros años”

Conca de Barberà

“La Sauvignon blanc maduró antes que la Chardonnay,hecho totalmente atípico”

También aquí, la vendimia 2015 puede definirse como una vendimia de muy buena calidad, tanto en blancas como en tintas, gracias a las buenas condiciones meteorológicas durante todo el ciclo vegetativo y durante la maduración de la uva, que han favorecido un buen estado sanitario y el grado de madurez óptimo para la elaboración de los diferentes vinos. Estas condiciones meteorológicas han hecho que la vendimia se acortara en comparación a otros años; las variedades más tempranas se han avanzado ligeramente, mientras que las más tardías han llegado antes a su estado óptimo de madurez por el intenso calor del verano.

2015 ha sido bastante variable en cuanto a temperaturas y con menos
lluvias. El ciclo vegetativo empezó con cierta normalidad después de un
invierno bastante frío. En abril y mayo, las temperaturas fueron más templadas
pero las altas temperaturas del verano, y sobre todo del mes de
julio, provocaron un cierto avance en las Chardonnay. Las precipitaciones
de finales de agosto y septiembre ayudaron a la buena maduración de las
variedades más tardías como la Carbernet sauvignon y la Monastrell.

Este año, la Sauvignon blanc maduró antes que la Chardonnay, cosa totalmente atípica. Iniciamos pues la vendimia el 26 de agosto con la Sauvignon blanc de la finca de Mas de Baix, y luego empezamos a cosechar algunas cepas de Chardonnay
de la zona de Milmanda. Las tintas también han ido avanzados ya que
empezamos la vendimia el 31 de agosto con algunas Garnachas de la finca de Goytisolo, destinadas a la elaboración de vino rosado. Finalizamos la vendimia el 5 de octubre con las últimas parcelas de Cabernet sauvignon.

En cuanto a la calidad de los vinos de Conca de Barberà, como pasa también con los del Penedès y Catalunya, los blancos son muy aromáticos y afrutados con buen
equilibrio en boca, y con mucho potencial para hacer vinos de guarda
en el caso de los Chardonnay.
Los tintos, por su parte, muestran una calidad final muy elevada, con
mucho carácter y muy buena concentración.
Creemos que será una muy buena añada para vinos como Milmanda y Grans Muralles.

Costers del Segre


La vendimia 2015 en Costers del Segre, como en la mayoría de las DOs
catalanas, ha sido precoz y de buena calidad en las variedades tempranas,
e incluso algo mejor en las variedades tardías. La uva destinada
a la elaboración del vino Purgatori, de la finca de L’Aranyó, situada en el
corazón de Les Garrigues, ha presentado un buen estado sanitario y el
grado de madurez deseado.

Las condiciones meteorológicas ya comentadas para otras denominaciones
catalanas coinciden con las registradas en esta DO: verano cálido,
invierno bastante frío y primavera con temperaturas suaves, todo ello marcado
por una disminución general de la pluviometría.

Las altas temperaturas durante el mes de junio y julio hicieron avanzar la
maduración de las variedades tempranas y provocaron una disminución
de la producción. Iniciamos la vendimia antes de lo habitual, el 2 de septiembre,con la variedad Syrah, seguida de la Garnacha y la Tempranillo.
La presencia de algunas lluvias durante el mes de setiembre y unas temperaturas
más frescas contribuyeron a que las variedades más tardías tuvieran una perfecta maduración. Así que a mediados de setiembre pudimos cosechar la Cariñena y, a partir del 21 de setiembre, las variedades ancestrales Gonfaus y Moneu. Una semana más tarde, entramos la Garnacha de la zona alta de la finca y dimos por finalizada la vendimia el 5 de octubre con algunas variedades ancestrales.
Los vinos elaborados con las variedades tempranas son de buena calidad
y muestran un potencial de envejecimiento muy alto, mientras que los
vinos de las variedades tardías tienen mucho carácter y muy buena concentración.

Rioja


La calidad ha sido el denominador común de la vendimia 2015 en
todas las zonas vinícolas en las que trabajamos. En la Rioja, la buena
maduración del fruto, el estado sanitario óptimo y las inmejorables condiciones
meteorológicas en la etapa final de maduración han propiciado
una excelente calidad de la cosecha. La buena meteorología, que durante
todo el ciclo ha favorecido un excelente estado vegetativo y sanitario del
viñedo, con ausencia de plagas o enfermedades de importancia, también
ha permitido que se alcanzara un correcto equilibrio madurativo en todos
los viñedos.

El Consejo Regulador comunicaba el final de la vendimia normal en toda
la Denominación el 13 de octubre, una fecha insólita que ha convertido
esta cosecha en la más temprana de la que se tiene constancia en la
Rioja. La festividad de la Virgen del Pilar (12 de octubre) ha representado
tradicionalmente el momento de mayor apogeo de la vendimia; este año,
ya estaba prácticamente toda la uva cosechada en esta fecha.

“Las altas temperaturas del verano mermaron la producción”

“Ha sido la vendimia más temprana en la historia de la Rioja”

Una de las particularidades más destacadas de esta vendimia ha sido su
desarrollo prácticamente simultáneo en toda la Denominación, concentrándose
en unas cuatro semanas, cuando lo habitual es que se desarrolle
gradualmente a lo largo de casi dos meses, comenzando a primeros de
septiembre en las zonas orientales más tempranas y finalizando en octubre
en las zonas de mayor altitud.

La vendimia 2015 se ha desarrollado de forma rápida y bastante concentrada
en el tiempo, pero de forma selectiva en los viñedos. Empezamos el
19 de septiembre con fincas de la zona de Laguardia y finalizamos el día
9 de octubre con fincas de Labastida.

Destaca especialmente la alta calidad obtenida en viñedos de zonas más
frescas y de vigor moderado, con una carga productiva ajustada. También
ha incidido muy positivamente en la calidad el menor peso de las bayas
debido a la ausencia de lluvias durante el último periodo del ciclo vegetativo.
Esto ha favorecido una mejor proporción hollejo-pulpa, que supone un
factor de calidad importante. La producción total de la DO ha sido inferior
a lo que se preveía si se hubieran alcanzado los rendimientos máximos
por hectárea autorizados, pero aun así ha sido ligeramente superior a la
del año pasado.

En general, los vinos poseen una concentración media – alta, son francos
y muy afrutados en nariz y en boca se presentan frescos y concentrados.
El grado alcohólico es algo más elevado que el año pasado, los niveles de
ácido málico son normales, pHs algo más altos y acideces correctas. En
general, son vinos muy aptos para su envejecimiento en barrica.

Ribera del Duero


Ribera del Duero ha vivido en 2015 uno de los veranos más cálidos de los últimos años. Esto ha hecho que la calidad de la uva haya sido excelente, con una madurez óptima, sanidad en toda la entrada (sin la presencia de amenazas fúngicas) y con gran concentración en mostos, si bien la cosecha ha sido significativamente más pequeña que otros años.

En cuanto a la meteorología, el invierno ha sido suave con temperaturas mínimas
inferiores a lo esperado y menor número de heladas invernales, pero ha habido varios factores que han afectado a los viñedos de la DO: heladas primaverales (la del 22 de mayo fue especialmente dura y causó daños del 90% en algunos viñedos); tormentas acompañadas de granizo que causaron daños de diversa consideración; y fuertes lluvias y viento durante el cuajado del racimo, que provocaron un ligero corrimiento. Aun así, las altas temperaturas del verano han contribuido a la calidad de la uva.

Hemos recolectado a mano toda la uva que hemos entrado en nuestra bodega en Ribera del Duero. Comenzamos a recoger la uva más madura en los municipios de Quintanilla de Arriba, Olivares de Duero, Peñafiel y Pesquera de Duero el 25 de septiembre, la misma fecha que en el 2005 y 2 días antes que el año anterior. La lluvia nos obligó a detener la vendimia un día y terminamos con la uva de las parcelas Baños de Valdearados,Fompedraza y Piñel de Abajo.

También comentar que hemos vendimiado viejos viñedos de la Horra y que nos han dado unos frutos de una calidad extraordinaria. La vendimia ha sido muy corta en comparación con otros años, solo ha durado 14 días.

Los vinos que estamos elaborando son vinos muy aromáticos en nariz y en
boca son muy concentrados y estructurados. En definitiva, vinos muy redondos
y equilibrados, que auguran grandes crianzas y gran longevidad.

Rueda


En Rueda, un verano muy cálido, con olas de calor consecutivas y un final
de agosto con altas temperaturas, anticipaba una vendimia temprana.
Ha sido así con la variedad Sauvignon blanc, que empezamos a cosechar
antes de lo habitual, pero no tanto con la variedad Verdejo, que la recogimos
en fechas similares a la de otros años. En lo que sí han coincidido ambas variedades ha sido en la excelente sanidad de las uvas (no han sufrido ninguna
enfermedad fúngica) y en el estado óptimo de madurez.

Iniciamos la vendimia el 28 de agosto con Sauvignon blanc, que cosechamos
en dos días. Las ligeras lluvias de principios de septiembre hicieron
que la cosecha de Verdejo empezara el 5 de octubre. Acabamos la vendimia
con el Verdejo de la zona de Segovia el 2 de noviembre. La producción
se ha visto afectada considerablemente por las altas temperaturas, que ha
sido un 8% inferior a la del 2014.

Los vinos presentan ya una muy buena intensidad aromática y destacan sobre
todo por la mayor corpulencia y redondez en boca, con acideces más
equilibradas que dan longitud a los vinos.

Rías Baixas


En Rías Baixas, la añada 2015 presenta un gran equilibrio en general. Se
trata de una vendimia que puede calificarse de extraordinaria por la elevada
calidad de la uva, con rendimientos algo superiores a la vendimia 2014.
Meteorológicamente hablando, ha sido un año de contrastes con una primavera
dentro de la normalidad y una precipitación abundante a inicios de
mayo, seguida de un junio y julio muy cálidos y secos. Asistimos a periodos
de altas temperaturas por encima de lo habitual en esa fase inicial del verano,
que hacía prever una añada de calidad y con altos niveles de estrés hídrico.
También preveíamos un adelanto de la maduración. Pero la situación se invirtió
en el mes de agosto y pasamos a tener temperaturas suaves, incluso por
debajo de lo que es habitual.

Hemos tenido solo tres días de lluvia durante la vendimia y esto ha favorecido
el estado sanitario de la uva; hemos reducido los tratamientos contra
el mildiu (Plasmopara vitícola) en un 30% mientras que la incidencia de
la Botrytis ha sido nula. Iniciamos la vendimia el 10 de setiembre, lo que
representa un avance de diez días en comparación con la media de los últimos
diez años. Terminamos la entrada de la uva el 10 de octubre.

Las importantes oscilaciones térmicas entre el día y la noche han favorecido
la síntesis de compuestos aromáticos, aportando intensidad y complejidad
aromática. El estrés hídrico provocado por la ausencia de precipitaciones ha
permitido, además, la obtención de uvas de pequeño tamaño, aumentando
la relación hollejo-pulpa y por lo tanto la concentración de aromas. Esta
maduración lenta y equilibrada ha dado lugar a mostos con gran equilibrio
e intensidad aromática, y que además mantienen la frescura típica de una
madurez lenta sin temperaturas elevadas.

Meteorología


Las condiciones meteorológicas durante el ciclo vegetativo del viñedo,
es decir de abril a octubre, han sido similares en prácticamente todas
las zonas vinícolas en las que trabajamos. Aquí podemos observar una
bajada generalizada de las precipitaciones en todas las regiones, excepto
en Rias Baixas, si lo comparamos con la media de los últimos años, y unas
temperaturas mucho más cálidas durante el mes de julio.

Ecología y adaptación al cambio climático


Continuamos trabajando para adaptarnos al cambio climático, que es
la mayor amenaza a la que se enfrenta hoy la industria del vino en
general, y la viticultura en particular. En Tremp, a 950 metros de altura,
seguimos experimentando con variedades tradicionales y ancestrales para
comprobar su adaptación en temperaturas más bajas. También en Benabarre,
a 1.200 metros en el Pirineo Aragonés, estamos realizando pruebas
pero aun hace demasiado frío para un cultivo extensivo.
El proyecto de recuperación de variedades ancestrales nos está dando alguna
sorpresa con variedades que están demostrando ser muy resistentes a la
sequía y a las altas temperaturas, lo que las hace especialmente interesantes
ante el nuevo escenario climático. Es el caso de la Moneu y la Gonfaus,
que hemos plantado este año de manera experimental en la finca leridana
de L’Aranyó.

En la bodega de Pacs del Penedès,hemos incorporado dos novedades
con la vendimia 2015; por un lado,la bodega de microvinificaciones,que nos permite avanzar en el estudio de las variedades ancestrales y otros proyectos de I+D+i, que está gestionando mi hermana Mireia.

Por otro lado, el sistema ‘Oresteo’,una tecnología para recuperar y gestionar el CO2 generado durante la fermentación alcohólica. Este CO2 se utiliza luego en el remontado de los vinos tintos, gracias a unos dispensadores de gas que se introducen en los depósitos, con lo que reducimos las emisiones de este gas de efecto invernadero.
No solo procuramos adaptarnos al cambio climático sino que hemos adoptado
el compromiso de reducir nuestra huella de carbono en un 30% por botella hasta el 2020, en relación con el 2008, para minimizar los efectos del calentamiento global. A día de hoy, las actuaciones de ahorro energético, el uso de energías renovables y otras medidas como la reducción del peso de las botellas nos han permitido reducir un 10% nuestras emisiones de CO2,teniendo en cuenta las emisiones propias, es decir las que generamos en nuestra actividad (alcance 1 y alcance 2) y las traspasadas por nuestros proveedores.

Para compensar nuestras emisiones, hemos empezado a plantar varias hectáreas de bosque en diferentes zonas de Catalunya dentro de un programa de reforestación que hemos definido para los próximos 30 años.

A día de hoy, ya tenemos 550 hectáreas en España certificadas como orgánicas y en el 2017 podríamos llegar a las 850. Como decía mi abuelo, “Cuanto más cuidamos la tierra, mejores vinos producimos”.Hoy es tan válido como entonces.

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