Los viñedos se extienden durante kilómetros en una estampa idílica. Sólo las 15 poblaciones pequeñas del territorio y las bodegas interrumpen la sucesión de 11.500 hectáreas de vides, cuyo cultivo y posterior destino para la elaboración de vino son la base de la economía local. La imagen, sin embargo, puede cambiar. El Gobierno baraja conectar la alta velocidad entre Miranda de Ebro (Burgos) y Logroño (La Rioja) a través de la Rioja Alavesa, un trazado que modificaría la fisionomía del lugar y al que se oponen el Ejecutivo vasco y los habitantes del lugar.

Madrid presentó el mes pasado cuatro alternativas para la variante del AVE entre las dos ciudades. Las dos más baratas -710 y 750 millones de euros, frente a 890 y 910 millones- impactarían de lleno en la Rioja Alavesa. La primera, de 57 kilómetros, atravesaría municipios vinícolas como Elciego, Lapuebla, Villabuena y Labastida e implicaría 4,8 kilómetros de túneles y 7,2 de viaductos. La segunda supone un trayecto más largo, de 63 kilómetros, pero ocuparía menos suelo alavés. Vitoria desestima cualquiera de las dos. “El Gobierno vasco no contempla ningún trazado que atraviese la Rioja Alavesa, son los que más penalizan el entorno”, destacó hace unas semanas la consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia.

“No tiene ningún rigor –critican desde el Ejecutivo vasco-: la conexión de alta velocidad entre el eje mediterráneo y el cantábrico se debe realizar por Pamplona y Zaragoza, esa vía auxiliar no es prioritaria”. La visión del Gobierno riojano, sin embargo, es opuesta al considerar que se trata de un “tramo de especial importancia” en la unión entre los dos corredores. Hace dos semanas, Lehendakaritza ya transmitió al ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, su oposición al trazado, para la que, insisten, se moverán política, administrativa y jurídicamente.

La preocupación en la zona es palpable y bodegueros y vecinos se preguntan qué consecuencias tendría en una comarca que vive del vino. “La pérdida social, económica, cultural y el impacto medioambiental serían tan grandes que supondría la desaparición del sector y la comarca tal y como la conocemos”, destacan desde la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa, ABRA. Los bodegueros recuerdan a su vez que el lugar es un “patrimonio cultural histórico vitivinícola vivo” y que hay en marcha una propuesta para que la UNESCO lo declare Patrimonio de la Humanidad como Paisaje Cultural del Vino y el Viñedo.

Durante este primer trimestre de 2018, el proyecto está todavía en sus consideraciones previas, a las que luego se podrán presentar alegaciones. Mientras los municipios de la Rioja Alavesa argumentan que el trazado va a “destrozar la poca naturaleza que queda”, en referencia a las tres autopistas y una carretera nacional que atraviesan la zona, el Gobierno vasco destaca que la estructura “carece de una justificación y demanda”.

“Entendemos que cada capital quiera tener su propio tren y alta velocidad, pero existen unas redes prioritarias determinadas por la propia Unión Europea: crear otras vías secundarias o auxiliares no responde a ese criterio”, subrayan fuentes del departamento de Infraestructuras. En la comarca, de poco más de 11.000 habitantes, se preparan para defender el territorio como en el reciente conflicto por la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja de sus vinos, que finalizó con el permiso de diferenciar el etiquetado de sus botellas con las categorías de ‘zona’ y ‘pueblo’. Con el AVE esperan otra resolución favorable.