La marihuana acostumbra a ser buena en Albania y el vino malo. Así ha sido, al menos, durante las últimas décadas, mientras el país, uno de los más aislados de Europa, intentaba superar los estragos de la dictadura comunista. Un Estado débil y una población obligada a buscarse la vida derivaron en una anarquía propicia para las mafias de la droga. Desde hace un par de años, sin embargo, algo está cambiando. Cada vez hay más viñedos y menos plantaciones de marihuana y, aunque queda un largo camino por recorrer, las prioridades están claras. Cultivar marihuana – la variedad sátiva es la más común – es mucho más fácil y…