La saca de 2016 presenta un Tío Pepe en Rama sublime y contundente, fiel al estilo tradicional de Tío Pepe.
Como cada año, la primavera marca el momento de Tío Pepe en Rama. Es en esta estación cuando “la flor” inunda de vida la bodega. Cuando Antonio Flores, enólogo y master blender de González Byass, interrumpe la quietud de la bota con su venencia para descubrir esta maravilla enológica, que simboliza la máxima expresión de la crianza biológica.
La tiza, la bodega y largas horas de meditación han sido las claves en la selección de 60 botas excepcionales de las que procede Tío Pepe en Rama. El resultado: emoción, orgullo y satisfacción. Un vino que rememora los momentos vividos de generación en generación “a pie de bota” catando la esencia, la historia y la razón de ser de González Byass: Tío Pepe.
El devenir del año pareció aliarse con la bodega para que “la flor” mantuviera su mágico manto, rotundo y contundente. Unas temperaturas medias ideales y la ausencia de vientos cálidos de levante, han sido claves para que en la primavera la madre naturaleza brinde este Fino noble, amable, ligero y mantecoso, que ha esperado, en la centenaria bodega La Constancia, su momento.
La etiqueta de la edición 2016 se ha obtenido de diseños históricos y originales que la Fundación González Byass, a través de su Archivo Histórico, conserva.
“En Rama”
Inspirado en los días en los que el Fino se consumía directamente desde la bota, el Fino en Rama no ha sido sometido a los procesos habituales de clarificación y filtración. Tío Pepe en Rama, un Tío Pepe en estado puro, expresa el carácter único del Jerez y muestra un Fino de la forma más natural y delicada.