Una noche en Alma Vinos Unicos I

– ¡Despierta ya ,Alicia!- le dijo su hermana..¡Cuanto rato has dormido!…¡Oh, he tenido un sueño tan extraño!…dijo Alicia….y le conto a su hermana, tan bien como sus recuerdos lo permitian, todas las sorprendentes aventuras que estabamos leyendo…un poco como Alicia expulsada del Pais de las Maravillas se quedo este mortal al salir de la cata organizada este 13 de diciembre en Burgos por Alma Vinos Únicos, con esa extraña sensación irreal de lo imposible.

La invitación que recibí de Paco Berciano me ofrecía una cata de múltiples vinos, con el sugestivo titulo de Muestra de Vinos servida por los Bodegueros , y a fe que así fue, ya que muchos de los mas grandes artistas del vino español se encontraban en aquel lugar, espero que como Alicia en el cuento, pueda recordar los muchos vinos que probe, la gente que allí me encontré, y los detalles de tan especial conclave.

Allí estábamos sobre la hora de té, puntuales como las navidades, y realizamos una primera ronda por todas las mesas, para poder localizar los distintos vinos, y en especial los que mas interés nos habían generado; pronto me di cuenta, que mi condición de conductor iba a verse puesta en problemas y decidí dedicar mi copa a exclusivamente tintos (no diré que fue una decisión correcta..la mejor hubiera sido venir en taxi)….mi primera parada, tras probar un Chablis, fue en la Bodega Aalto, y tras la mesa se encontraba Javier Zaccagnini, quien muy amablemente llenó mi copa con los dos tintos que allí traía, el Aalto…y el Aalto PS, y como aquel que apuesta sin ver las cartas y gana la mano….asi me sentí yo tras probar ambos vinos, fantásticos a mi gusto, mis ojos no engañaron a Javier que vió como una gran sonrisa lleno mi cara, ambos vinos pusieron el listón altísimo, y no lejos quedo el Ossian, el único Rueda que esa noche tome.

Siguiendo camino, en una de las esquinas, se encontraba la Bodega Alejandro Fernandez, y en ella una colección de los vinos del grupo, desde los Riberas Condado de Haza o Pesquera, hasta el Dehesa de la Granja o El Vinculo; amablemente nos explicaron como era su proyecto zamorano encaminado al enoturismo, mientras tanto, yo logré sacarme una vieja espina al poder probar el Alenza de Condado de Haza, Gran Reserva del 2001, auque al vino le faltaba un poco de aireación, ya se mostraba como un señor vino, y me satisfizo por completo.

Nuestra siguiente parada era una de las mas esperadas, ya que tras la mesa se encontraba Telmo Rodríguez, con varios de sus vinos, fue un placer charlar con él sobre las viñas de la Ribera, ya que muchas de sus opiniones tambien me habían sido transmitidas por bodegas burgalesas, la escasez de viñedo viejo, y el generalizado cultivo en espaldera; pude probar varios de sus vinos como el Pegaso Granito, el Pegaso Barrancos de Pizarra, vinos ambos de Cebreros, sus Riberas del Duero M2 y Matallana, y el Gago de D.O. Toro; todos muy distintos y especiales, me quedo sobre todo con el Barrancos de Pizarra, el Matallana y el Gago, pero todos tienen una singularidad que los hace especiales, un lujo poder probarlos por fin.