Valtravieso está inmersa en una
apuesta clara por la calidad a todos los niveles, con el objetivo de ser una de las marcas más reconocidas tanto en la
Ribera del Duero como en el resto de España. Con esta meta se están implementando mejoras continuas en procesos de elaboración, y se han fijado las bases desde hace varias vendimias para extraer el máximo potencial de su
viñedo de altura, situado a 950 metros sobre el nivel del mar, lo que sitúa a esta bodega y su viñedo como la más alta de la Ribera del Duero.
Leo Borsi se suma a esta
nueva concepción que vuelve al terruño y busca sacar el máximo de él, consiguiendo transmitir la singularidad de un viñedo que está condicionado por la altura y un suelo calizo único en la zona. Este enólogo, natural de Mendoza,
ha desarrollado su carrera profesional en Francia, y se posiciona como uno de los enólogos más jovenes y dinámicos que trabaja en el segmento de los vinos finos a nivel mundial, estando especializado en el estudio y la elaboración de vinos de terroir. Leo pasa su tiempo entre Argentina, Francia y ahora en España por primera vez asesorando a
Valtravieso en la búsqueda de la
excelencia.
Leo Borsi ha trabajado ocho años en Borgoña en bodegas como Domaine Joseph Voillot, Domaine Roblot o Domaine Cachat en Corton 9Charlemagne; tres años en Burdeos con Chateau Lamothe, Cheteau Laborde o Cheteau Jeandeman; también trabajó en Champán con Möet&Chandon y diez años en el Ródano, como Director Técnico para Domaine du Vieux Télégraphe, Domaine La Roquete y Domaine Les Pallières. En 2010 creó sus propios vinos bajo la marca Clos Ultralocal, elaborando seis vinos: tres en Mendoza, Argentina y tres en Cahors, Francia, estableciendo así la primera bodega en producir vinos con la misma variedad y marca comercial en dos continentes.
El asesor Leo Borsi se suma el equipo técnico de Valtravieso dirigido por Ricardo Velasco, y los resultados comenzarán a reflejarse en esta difícil vendimia de 2017.
Sobre Valtravieso:
Valtravieso es la bodega y viñedo más alto de Ribera del Duero. A esto se le suma la singularidad de un viñedo calizo con roca madre a escasos metro y medio de profundidad, junto al clima típico de la zona, con inviernos muy fríos y veranos muy calurosos. Un aire casi contínuo asegura, junto a la altitud, un estado sanitario óptimo de las viñas, que se tratan sin productos sistémicos, conservando la biodiversidad de la zona. Una cuidada elaboración respetuosa con la fruta, y una posterior crianza en barricas francesas y americanas, junto a depósitos de hormigón y polímeros especiales crean un conjunto que marca la personalidad y el carácter de los vinos de Valtravieso.
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