VINO TINTO: ADIOS A LAS CARIES?

A esta altura, pensamos que ya no vamos a descubrir más beneficios en el beber una copa de vino tinto, y es que a los efectos de la acción antioxidante, a la prevención de afecciones cardíacas, el accionar de los polifenoles sobre la piel, aumentando 20 veces los valores de la vitamina C, y 50 veces los de la vitamina E, determinando un retardo en el envejecimiento de la piel, y mejorando la síntesis de colágeno, y todo lo que tiene que ver con el circuito sanguíneo, se le agrega algo más…se trata del beneficio del vino tinto en toda la flora bacteriana de dientes, encía, y una biopelícula denominada placa.
Es que se han hecho numerosos estudios en diferentes centros de investigación, por un lado un estudio realizado en la Universidad de Pavia, en Italia, que fue publicado en la revista especializada Food Chemistry, en la que estudios realizados al vino tinto de la región del Veneto, en el que por medio de una técnica que se denomina concentración de vacío, se le extraen las proantocianidinas, compuestos antioxidantes presentes en el vino, y que también se encuentran en la manzana, en el cacao , en la canela y en el té, y que son los que contribuyen a combatir exitosamente al Streptococcus mutans, que es la bacteria productora de las caries dentales.
Y por otro lado, paralelamente, un estudio realizado en la Universidad de Rochester Medical Center y el Estado de Nueva York Estación Experimental Agrícola de la Universidad de Cornell, junto a las bodegas Finger Lakes, encontraron que todos extractos de polifenoles, que se encuentran en semillas fermentadas y en los hollejos, inhiben a los grupos bacterianos hasta en un 85%, y que específicamente, los compuestos de la variedad Cabernet Franc que resultaron los más inhibidores, seguido por el Pinot Noir, en las concentraciones que evitan el desarrollo bacteriano del circuito bucal.
En ese sentido, Hyun Koo, biólogo oral, y profesor auxiliar de odontología del Departamento de Eastman, señaló que “en los últimos años, y su los laboratorios han examinado si los productos químicos de arándanos, el cacao y las uvas, por ejemplo, tienen un efecto terapéutico sobre los patógenos bacterianos, y la doctora Olga Padilla, del centro de alimentación de Nueva York, agregó que “estamos muy entusiasmados con el desarrollo de este proceso y la aplicación de los polifenoles del vino, en todo el desarrollo de las enfermedades bacterianas.”
Todos estos estudios resultan sumamente importantes, ya que han comprobado que existe una tendencia de todo el complejo bacteriano, (en parte debido a la sobremedicación), a adaptarse, y a hacerse resistentes a muchos de los antibióticos, y para ello son clave estos nuevos enfoques para evitar el desarrollo y evolución de la bacteria responsable de la enfermedad.
Sería importante tener en cuenta este enfoque odontológico en nuestra vida cotidiana, ya que, de permanecer este tipo de patología en una creciente tendencia evolutiva, y viendo que el consumo de antibióticos no prospera en un beneficio para la mayoría de los casos, no sería nada raro empezar a escuchar en el consultorio odontológico, a nuestro dentista aconsejar…”dos o tres buches al día de un Cabernet Franc Reserva, y adiós a las caries”. Bon Appetit.
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