Muchas veces he leido sobre la teoría de que la historia es ciclica, es decir, que cada cierto tiempo se repite, con periodos de retorno ma s o menos largos, cambiando unicamente los actores, pero no los hechos ocurridos. Uno siempre sospecha de estas teorías sin base “cientifica”, pero la propia historia se encarga de demostrase a si misma.
Voy al grano. Hoy comiendo he visto el ultimo acto de una serie de acontecimientos que me han recordado la pelicula del venerado Luis Garcia Berlanga, “Bienvenido Mister Marshall”. Para no entrar en detalles, simplemente contaré el argumento de la película nombrada, de modo que dejo a criterio del lector el juicio de comparar con otros tiempos a los que la pelicula describe (quizas, los que vivimos). Yo tras hacerlo me he convencido de que la historia es un ciclo.
La pelicula relata la visita del presidente norteamericano Marshall a España, mas en concreto a un pueblecito tipico español, durante la gira Europea para implantar el Plan Marshall tras la Segunda Guerra Mundial. En consecuencia se ubica a finales de la decada de los 40 y principios de la del 50, en el siglo pasado. La pelicula refleja muy bien la sociedad española de la época, sumida en una crisis brutal y dirigida por un gobierno fatuo y autocomplaciente ajeno a los problemas de la sociedad de la que precisamente vive. También refleja la alteración a nivel nacional que la visita de tal personaje supone, provocada y publicitada además a bombo y platillo por los tentáculos del gobierno del momento.
En la pelicula ocurre que se anuncia a un anónimo alcalde de un pequeño pueblo la inminente visita del antes mencionado presidente norteamiericano y su comitiva, y se le pide al municipio la máxima colaboración para causar buena imagen ante dicho visitante, que a ojos del infame gobierno que España tiene, es visto como el Dios con el maná que ayudará al pais (y por ende a sus gobernantes) a salir del colapso en el que se encuentra. Y resulta que el pueblo se paraliza, se empeña hasta las cejas y pone toda la carne en el asador para cumplir la misión encomendada. La comitiva alcanza el pueblo, en esos frios, grandes y negros coches norteamericanos, y se marcha sin bajar la velocidad ni un ápice.
Hoy he visto en un telediario como se paraba una autovía cerca de Málaga para que una comitiva de coches frios, gandes y negros se incorporasen a la misma. Por supuesto, a toda castaña. La comitiva era la esposa del ínclito Sr. Obama y su comitiva. La imagen era curiosa: un ejército de guardia civil paraliza una autovía, en la que se veía un atasco de narices en todos sus carriles, para que los susodichos coches negros pasen a toda castaña. Comentaban que la vivitante comerá con el rey en Mallorca. Y como no, Además de ser portada en todos los medios de comunicación habidos y por haber, no paraban de verse imágenes de gente del pueblo y el entorno vivitado agradeciendo semjante milagro pues les vendrá bien como alivio ante la situación económica por la que están pasando.
Hay lo dejo. Que cada cual saque sus conclusiones. A mi criterio, es vital conocer la historia pues de lo contrario estamos condenados a repetirla.
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