El Grupo Operativo (GO) Biovidman ha investigado nuevos biotipos de las variedades
autóctonas Bobal, Airén y otras minoritarias, algunos de los cuales permitirán una
mayor adaptabilidad al cambio climático y la producción de vinos de gran calidad
enológica
Los resultados obtenidos sientan las bases para avanzar en el desarrollo de soluciones
innovadoras y mejorar la competitividad del sector vitivinícola castellanomanchego
Vitis Navarra, la bodega La Niña de Cuenca y el Instituto Regional de Investigación y
Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF-IVICAM) han
formado parte de este proyecto. El agricultor y socio fundador de La Niña de Cuenca,
Lorenzo A. López Orozco ha estado al frente de su coordinación técnica
Biovidman ha estado financiado por fondos FEADER de la Unión Europea, por el
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y por la Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha
Cuenca, 26 de marzo de 2025.- El proyecto Biovidman ha llegado a su final tras haber logrado
unos resultados muy determinantes con respecto a la mejora de la futura disponibilidad de
material vegetal certificado de las variedades de vid autóctonas de Castilla-La Mancha.
Habiendo puesto el foco, especialmente, en conseguir su adaptabilidad al cambio climático e
impulsar su potencial enológico, durante la ejecución de Biovidman se ha trabajado en la
selección y preselección clonal de biotipos de Bobal, Airén y otras variedades minoritarias.
Precisamente, uno de los principales objetivos del proyecto era recopilar material vegetal
antiguo de Bobal con una mayor resistencia a la marchitez fisiológica, manteniendo unos
buenos niveles de producción y calidad.
De esta manera, se ha conseguido avanzar en la conservación de la variabilidad genética
presente en los viñedos castellanomanchegos, concretamente a través de la mejora de la
disponibilidad del material vegetal de estas variedades. Sin embargo, aún es necesario que
pase más tiempo para que las plantaciones piloto alcancen la edad adulta y sea posible realizar
la toma de datos y la caracterización agronómica y enológica de los biotipos seleccionados. Así,
será posible sentar las bases para una futura validación de algunos clones de estas variedades,
que estarán mejor adaptados a los efectos del cambio climático y, además, permitirán
producir vinos de alta calidad enológica.
Este Grupo Operativo ha estado formado por Vitis Navarra, la bodega La Niña de Cuenca y el
Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La
Mancha (IRIAF-IVICAM). El agricultor Lorenzo A. López Orozco también ha participado en esta
iniciativa, siendo el responsable de su coordinación técnica. Biovidman ha contado con una
ayuda superior a los 157.000 euros, cofinanciados por la Unión Europea (a través del Fondo
Europeo Agrícola de Desarrollo Rural -FEADER-), por el Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación y por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Aplicabilidad tecnológica y comercial
Los resultados obtenidos en el ámbito de la selección clonal y la recopilación de datos técnicos
permitirán desarrollar soluciones innovadoras para la viticultura regional. En primer lugar, se
podrá poner a disposición del sector un material vegetal certificado más tolerante a los efectos
del cambio climático, ya que se han logrado preseleccionar biotipos con mayor eficiencia en el
uso del agua y más resistentes frente a la marchitez fisiológica. Ambos factores son clave para
garantizar la sostenibilidad del viñedo frente a las temperaturas extremas y la sequía.
Por otra parte, se ha avanzado en la optimización de la calidad enológica estas variedades
mediante la identificación de biotipos con buen equilibrio entre acidez, concentración fenólica
y perfil aromático. Esto facilitará la producción de vinos más estructurados y con mayor
diferenciación en el mercado. En lo referente a la diversificación del viñedo con variedades
minoritarias, la selección de biotipos de Moravia Agria, Tinto Velasco, Mizancho, Moscatel
Serrano y Montonera del Casar, entre otras muchas, abre nuevas oportunidades para producir
vinos con identidad varietal única y potenciar la oferta de productos diferenciados.
Finalmente, cabe destacar que se ha establecido una base científica para futuras validaciones
en campo, ya que los datos obtenidos servirán como referencia para contrastar los resultados
de las futuras evaluaciones en las plantaciones piloto, acelerando el proceso de homologación
de clones.
Desde el punto de vista de la aplicabilidad comercial, estos resultados también representan
una oportunidad estratégica para mejorar la competitividad del sector vitivinícola, con
impactos directos en el mercado. De esta forma, la próxima homologación y certificación de
los clones que se han generado permitirá ofrecer material vegetal de calidad para su
comercialización, adaptado a las nuevas condiciones agroclimáticas y con garantías sanitarias.
Además, la selección de biotipos con características enológicas diferenciadoras facilitará la
producción de vinos con mayor expresión varietal, favoreciendo su acceso y posicionamiento
en mercados (nacionales e internacionales) de mayor valor añadido y más exigentes. En
cuanto a la revalorización de variedades tradicionales, es reseñable que la certificación de
variedades históricas con buen rendimiento y calidad permitirá recuperar su cultivo, dotando a
las bodegas de nuevas herramientas para innovar y ampliar su oferta de productos.
En último lugar, la mejora en la sostenibilidad de viñedo permitirá también su mayor
rentabilidad, ya que la introducción de clones más adaptados reducirá la dependencia del
riego y los tratamientos fitosanitarios, disminuyendo costes y aumentando la eficiencia de las
explotaciones vitícolas.
ACERCA DE BIOVIDMAN
El Grupo Operativo (GO) Biovidman trabaja en la selección de biotopos autóctonos de variedades de vid
castellanomanchegas. Así, este proyecto de innovación tiene por objetivo obtener nuevos clones
certificados para dos de las variedades autóctonas ya autorizadas en esta región (Airén y Bobal) y para
algunas otras minoritarias, con el fin último de conservar la variabilidad genética en los viñedos y lograr
una homologación de estos clones que posibilite su comercialización.
En el proyecto participan Vitis Navarra, bodega La Niña de Cuenca y el Instituto Regional de
Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF-IVICAM). Además,
cuenta con la participación y coordinación técnica del agricultor Lorenzo A. López Orozco. El GO
Biovidman, que tiene una duración prevista de 3 años, cuenta con una ayuda total de 157.901, 14 euros,
cofinanciados en un 90% por la Unión Europea a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural
(FEADER), en un 3% por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y en un 7% por la Junta de
Comunidades de Castilla-La Mancha.