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Lo bueno, en envase chico

Fuente: Gabrila Malizia -Diario Los Andes

Las botellas de vino de pequeño formato (187, 375cc) se están imponiendo en el mercado, tanto externo como interno. Aún bodegas pequeñas o líneas Premium se suman a la tendencia.

Cada vez es más común encontrar vinos y espumantes en “envases chicos”. Hablamos de botellas de 187, 375 y 500cc, formato que crece a expensas de un público que quiere probar calidad sin arriesgarse a comprar botellas grandes, de la creciente aceptación de la tapa a rosca pero en particular del incremento en la demanda de terceros países, que obligaron a las bodegas exportadoras a ampliar su oferta de tamaños.

Si bien estos formatos eran comunes en vinos jóvenes, es novedad ver lanzamientos como el de Luigi Bosca Malbec 375cc, un vino Premium de partidas limitadas, pensado para el on trade (hoteles, restaurantes). “Para nosotros representa la introducción de un nuevo formato que mantiene la premisa de ofrecer a los consumidores la misma experiencia que encuentran al abrir la clásica botella de 750ml”.

Si es mejor tener botellas pequeñas que vender el vino en copas, comentaron desde Luigi Bosca: “En realidad son dos opciones diferentes. La opción por copa te da la posibilidad y la versatilidad de probar en una misma cena, y con diferentes pasos, distintos vinos. La botella de 375ml o una presentación más pequeña te da la posibilidad de seguir tomando un vino de alta gama en la medida justa para un consumo individual”.

Otro vino que salió al mercado es Terrazas Reserva Malbec 375cc. “Lo lanzamos en el 2009 y ya lo exportamos desde el año pasado a Estados Unidos, Brasil y México, además de venderlo en Argentina”, comentó el export manager de la bodega Andrés Belinsky.

De hecho, Chandon fue pionera en el mercado de espumantes con la botellita de 187cc; luego sacó el mini rosé en 375cc.

Tampoco era habitual encontrar vinos de bodegas boutique en estos formatos. Un ejemplo de estos vinos es hoy Punto Final, de Bodega Renacer, en botellas de 3/8.

Patricio Reich, dueño de la empresa, señaló que tanto en el mercado interno como externo la recepción de la gente ha sido fantástica. “Estamos muy contentos con los resultados, hemos satisfecho una necesidad del consumidor: proveer de vinos en formato 375cc, con excelente relación precio – calidad”.

Entre los motivos que llevan al público a optar cada vez más por los formatos pequeños, añadió que para los consumidores que están poco habituados a comprar marcas de vino desconocidas, el comprar una botella pequeña es una gran oportunidad, ya que les permite decir “si el vino no es lo que esperaba, al menos me equivoqué solo la mitad”.

Reich afirma que los restaurantes, “ven con mejores ojos los vinos con tapa a rosca, ya que permiten mantener la frescura del vino por más tiempo, sin oxidación, tal como los elaboro el enólogo”.

Clásicos y modernos

Entre los vinos de alta gama en botellas de 375cc está Don Valentín Lacrado, joya de Casa Bianchi.

Rodrigo Valdés, enólogo de la firma, explicó que además tienen los clásicos Bianchi Borgoña y Bianchi Chablis en ese formato; en botella de 250cc con tapa a rosca comercializan New Age.
“Creo que gran parte del auge de estos envases en el mercado interno, se debe a una aceptación por parte del consumidor joven de nuevas formas de cierre como la tapa a rosca.

En nuestro caso este desarrollo responde a un requerimiento del departamento de Comercio Exterior de tener formatos de botellas de 187cc y poder presentarse a licitaciones de las aerolíneas. A partir de allí se dieron todos los desarrollos en tapa a rosca de la bodega”, dijo.
Sylvia Bianchi, añadió que en mercado interno y fundamentalmente en el canal ‘on trade’ la evolución de ventas de estas botellitas va en aumento.

Sylvia evaluó que esta tendencia, como todas, “responde a la evolución del consumo. Por un lado tiene que ver con la cantidad de hogares unipersonales; con situaciones de consumo individual pero también grupal, donde en una mesa uno puede elegir ordenar un vino y los otros comensales no; con la necesidad de adaptar los envases al consumo rápido y con la seguridad o garantía que le da al consumidor adquirir el producto envasado en origen. Estas tendencias son las que han llevado a desarrollar vinos y espumantes en botellas individuales”.

Bodegas grandes y envases chicos

Pioneras en el uso de formatos pequeños, Zuccardi y Norton, conocen del tema.
Ana Amitrano, de Familia Zuccardi, bodega que tiene el espumante Uno Santa Julia en formato 187cc y dos vinos tranquilos, Santa Julia Malbec y Chardonnay, afirmó que la evolución de ambos productos “es muy buena. Los vinos están en el mercado hace más de 5 años con muy buena aceptación. Al espumante lo lanzamos en el 2006 y desde entonces venimos registrando crecimiento en  mercado nacional”.

A su vez, Luis Steindl de Bodega Norton, enfatizó que la bodega desarrolla desde hace más de 10 años vinos en formatos de 187, 374 y 500cc.

“En Argentina para  vino en formato 187cc el mercado aún es muy chico, el espumante sí tiene buena aceptación, mejor que en 375cc, porque es un producto para la noche, hay muchos hogares unipersonales, se toma como aperitivo en casa, o en los boliches lo toman como un trago”.

La gran novedad de Norton es que por pedido de una gran cadena de hoteles, sacará al mercado el Malbec Doc en botella de 375cc.

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