Noticias

Los ingleses del Barroco, locos por los vinos andaluces

EL puerto de Londres se llenaba de vinos españoles. Entre la niebla ascendía el aroma de la malvasía de Canarias, el dulzor del vino de Málaga y las soleras del sherry de Cádiz. El vino español que calentaba la sangre en tantas frías noches inglesas.

El catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Sevilla José Ignacio Martínez Ruiz ha analizado al detalle la llegada de los vinos españoles a los puertos británicos en el siglo XVII. Una investigación que ha supuesto un auténtico viaje en el tiempo analizando los datos de los llamados libros portuarios del vino, los Wine Port Books.

Los vinos españoles tenían acreditada fama en Inglaterra. No hay más que rastrear su huella en la literatura. Shakespeare hacía referencia a los vinos canarios en «Enrique IV»: «Por mi fe que habéis bebido demasiado vino canario, un vino maravilloso y penetrante que perfuma la sangre antes de que se pueda decir: ¿qué es esto?».

Y, sobre todo, aparece su elogio del sherry de Cádiz en «Noche de reyes», «Las alegres comadres de Windsor», «Ricardo III», «Enrique VI» y «Enrique IV» donde el personaje de Fasltaff anima al príncipe Harry antes de la batalla: «Si mil hijos tuviera, el primer principio humano que les enseñaría sería de abjurar de toda bebida insípida y dedicarse por entero al jerez».

El profesor Martínez Ruiz se ha sumergido en estos libros de estadísticas para reconstruir el mapa del comercio de vinos entre España e Inglaterra en el siglo XVII, un aspecto que se había estudiado poco a causa de la precariedad de las estadísticas españolas del comercio exterior.

Del puerto de Sevilla en la Carrera de Indias partían al Nuevo Mundo los pellejos de vino, los odres de aceite y las esportillas de aceitunas. Los vinos sevillanos más célebres de la época eran el vino tinto de Cazalla, con su sabor algo dulzón, y el blanco de Alanís. También se exportaban estos célebres caldos en la ruta comercial del Galeón de Manila o Nao de la China camino del Pacífico.

Sin embargo, en el mercado atlántico del vino con Inglaterra los vinos sevillanos no eran muy populares. Mucho más lo eran el vino de Canarias, el de Málaga y el sherry de Cádiz. Desde la Edad Media se había intercambiado lana inglesa por vino de Jerez. Allí llegaban las famosas barricas del Sur de España. Aunque el verdadero salto cuantitativo y que hace que cambie el gusto de los ingleses por este vino meridional es el saqueo de Cádiz de 1587 por parte de la flota de Francis Drake que robó como botín 3.000 botas de jerez.

De todas formas, la mayor parte de los vinos que llegaron a Londres en el último tercio del siglo XVII procedían de Canarias, luego la venta descendió por el enfrentamiento que tuvo lugar entre los productores locales y los mercaderes ingleses y que desencadenó el episodio del derrame del vino los días 2 y 3 de julio de 1666.

El Gobierno británico prohibió la importación de vino de Canarias y aumentó el de vino de Málaga. Pero a finales del XVII ganará la batalla el vino de Jerez hasta convertirse en el preferido del siglo XVIII, una centuria marcada por el olor de las bodegas y el vino macerado.

 

Fuente: http://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-ingleses-barroco-locos-vinos-andaluces-201702280752_noticia.html

 

Autora: EVA DÍAZ PÉREZ Sevilla

Deja una respuesta