El blanco que se produce en la denominación de origen del Ribeiro se encuentra entre los mejores vinos del mundo”, afirma el cineasta José Luis Cuerda, que rodó sus dos últimas películas en la provincia de Ourense.
Atribuye sus cualidades “a la mezcla climatológica mediterránea y atlántica, junto a la disposición del terreno, con distintas variedades en sucalcos, que hacen que el tiempo de insolación sea aprovechado de una manera muy especial, por lo que los blancos del Ribeiro, si su elaboración es adecuada, pueda estar entre los mejores vinos del mundo”.
Cuerda resalta que el vino blanco del Ribeiro está incrementando su presencia en Estados Unidos, Japón, Latinoamérica y en varios países europeos de difícil penetración, como Alemania, que tiene muy buenos blancos, Inglaterra, los países nórdicos y Rusia.
En vista de la evolución, el cineasta apuesta porque acabará “en las mejores mesas, dentro del ámbito internacional”.Como enamorado del Ribeiro, José Luis Cuerda tiene una bodega en Cubilledo, Gomariz (Leiro), donde produce el blanco “San Clodio”. “En estos días estoy de enhorabuena, porque la máxima autoridad reconocida en el mercado del vino, que es Robert Parker –una bogado de Boston que hace la guía más prestigiosa del mundo del vino-, le ha dado la calificación de 91, que es la máxima del Ribeiro, junto con otra bodega. Eso significa mucho para los vinos gallegos, de los cuales hay 17 entre las máximas calificaciones que ha dado Parker, de 118 vinos”.
Cuerda cuenta con una viña de seis hectáreas. “Como máximo puedo llegar a las 60.000 botellas, porque no voy a comprar nunca uva ni voy a comprar más tierra. Bastante tengo con la que tengo. Yo procuro saber dimensionar mis asuntos, de tal manera que no me vea obligado a hacer cosas a las que te puede arrastrar tener una cantidad enorme de vino”.
El blanco “San Clodio” que produce Cuerda en el Ribeiro se vende en Galicia, en el resto de España, Estados Unidos, México, Colombia y Japón. Tiene un precio en las tiendas que va de 8 a 10 euros. En los restaurantes puede llegar a 24.
Cuerda explica que el vino blanco “San Clodio” que produce no debe enfriarse por debajo de los nueve grados. Y a las personas que deseen degustarlo, les recomienda: “Lo mueve uno en la copa, se lo pone debajo de la nariz, lo huele y le entra un jardín por las narices. Le entra una serie de olores maravillosos, a fruta madura. Yo a los que no saben catar, como los catadores, que se lo ponen entre los dientes y lo oxigenan absorbiendo hacia dentro, les aconsejo que se enjuaguen la boca con él. Entonces verán la cantidad de sabores y matices que pueden percibir. En el paladar quedan sabores riquísimos”.