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Trus Crianza 2015.
100% Tempranillo o Tinta Fina del País. Crianza: 12 meses en barrica Elaborado con Tinto fino de fincas a gran altitud, de suelos arcilloso-calcareos. Un reflejo fiel de Ribera del Duero dotado de una gran personalidad. Rojo cereza, con leves reflejos morados . La nariz es muy intensa, destacando la fruta roja y negra confitada y acompañada por los ligeros tostados de la crianza, cacao. En boca, destaca por su finura y elegancia y unos matices minerales que le aportan complejidad y gran distinción. Equilibrio perfecto entre alcohol-tanino y acidez, lo que nos permite estar ante un vino largo,intenso y seductor. A destacar, su equilibrio, su redondez en boca, sin ninguna arista. Su acidez muy bien integrada. Su mineralidad. Es un crianza para tomar en los próximos dos años pero tambien para comprar y guardar unos años pues su evolución va a ser muy positiva en los próximos 5 años. | |||
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La añada 2015 viene marcada por un verano caluroso y seco con tendencia a una maduración rápida y de escasa producción respecto de la media de años anteriores. El invierno transcurrió con unas reservas normales de agua en el subsuelo. La sequía fue intensa en primavera, haciéndose presentes abundantes lluvias durante el período de la floración (mitad de junio). El verano ha sido normal, con algunas tormentas ocasionales y suaves. El otoño ha sido muy seco. La ausencia de variación térmica día/noche, característica de la zona de Ribera del Duero, a mediados de septiembre forzó a un seguimiento exhaustivo de los parámetros de maduración para tomar las decisiones de vendimia. Respecto de las temperaturas, los meses de mayo y de julio fueron especialmente cálidos, estando el resto de los meses dentro de la media. Estas temperaturas anormalmente altas provocaron un importante adelanto en el ciclo de la cepa y en algunas zonas provocó paros vegetativos. La vendimia se desarrolló con normalidad, sin paradas y de forma anticipada respecto a la media habitual. El ambiente seco facilitó una buena sanidad de la uva. A pesar de las diferencias habituales de maduración que tuvieron lugar al inicio del mes de septiembre debido a la localización de cada viñedo, las buenas condiciones climáticas permitieron recoger la cosecha en el estado óptimo de maduración. Una añada que recuerda mucho a la cosecha de 2005, con los toques de equilibrio y fruta propios de la de la vendimia 2011. Estas características permiten que en la actualidad ya se puedan disfrutar unos intensos y expresivos vinos Jóvenes y Rosados, pero hace presagiar que habrá multitud de vinos que tras su paso por barrica expresarán la más alta calidad de la Ribera, obteniendo grandísimos vinos que se podrán disfrutar durante décadas |