Hola de nuevo a todos
Pues con éste vino que es el ultimo que me ha cautivado vuelvo a éste retiro de la filosofía enológica, a exponer con gusto la última gloria por mi probada. y es que, aunque las cosas de la vida le absorvan a uno hasta limites insospechados, siempre queda un hueco más pronto o tardío para volver a la Santa misión evangelizadora…. o purificadora, según el sujeto necesite.
Un vino excelente, vaya eso por delante. Probado en una comida de trabajo a propuesta de un sumiller que me inspiró poca fe pero al que le hube de reconocer su “sapiencia” al final de la misma.
De las bodegas Vinae Mureri, situadas en Murero, de los Vinos de la Tierra del Jiloca. (Aragón, para más señas). Para mi, completamente desconocido, como muchos de los últimos vinos por mi probados.
Una etiqueta curiosa hablaba del vino albergado: Garnacha de cepas de más de 80 años cultivadas en suelos pizarrosos de clima seco.. recuerda al Priorat. Al no ser de una zona más conocida, la reacción inconsciente es recelar y sospechar… Craso error. El vino al ser abierto desprende una gran amalgama de olores, llega a la nariz del comensal. Eso es bueno. El trago es suave, desliza bien en la boca, provoca al segundo trago. Tras el paso, aparecen recuerdos de los olores percibidos: Frutales y balsámicos, equilibrados divinamente.
La botella murió ligera, pero su recuerdo perdura, no ha sido olvidado cual lágrimas en la lluvia, Meritorio. Es mi objetivo conseguir otro ejemplar para que el Compañero de fatigas abra su mente a este nuevo descubrimiento.
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